El Parlamento de Polonia respaldó este lunes a Donald Tusk para convertirse en primer ministro, lo que llevó un gran alivio a la Unión Europea.
La designación de Tusk pone fin a ocho años de gobierno nacionalista, además de que seguramente le permitirá al país mejorar sus relaciones con la Unión Europea.
Justamente, en los últimos años, Polonia ha visto congelados decenas de miles de millones de euros de fondos de la Unión Europea debido a una disputa con Bruselas sobre los estándares democráticos.
Pero Tusk, expresidente del Consejo Europeo, llegó al poder prometiendo mejorar las relaciones y desbloquear el efectivo. En total, el nuevo premier obtuvo los votos de 248 legisladores, mientras que 201 votaron en su contra.
"Estaré en deuda con todos aquellos que confiaron en esta nueva y maravillosa Polonia, con todos aquellos que confiaron en nosotros y decidieron hacer este cambio histórico", dijo a la Cámara después de la votación.
Horas antes, el ex primer ministro Mateusz Morawiecki, del partido nacionalista Ley y Justicia (PiS), había perdido un voto de confianza.
El partido de Morawiecki quedó primero en las elecciones del 15 de octubre y tuvo la primera oportunidad de formar gobierno, pero no contaba con la mayoría necesaria.
Los críticos del PiS dicen que el partido socavó la independencia judicial, convirtió a los medios estatales en un medio de propaganda y fomentó los prejuicios contra minorías como los inmigrantes y la comunidad LGBT.
