El pasado domingo, Santiago Peña, del oficialista Partido Colorado, se impuso en las elecciones de Paraguay y se convirtió en el nuevo presidente del país vecino. Sin embargo, la tensión ha ido en aumento desde ese día.
Simpatizantes del polémico excandidato de derecha Payo Cubas, quien finalizó tercero con casi el 23% de los votos, han comenzado a manifestarse para reclamar por un presunto fraude electoral que "robó bancas" en ambas cámaras legislativas.
Este martes, la Policía Nacional de Paraguay informó que al menos 74 personas fueron arrestadas en las protestas realizadas en los alrededores del Tribunal Superior de Justicia Electoral.
Además de estos arrestos, que fueron en las zonas de Asunción, Central, Amambay y Guairá, al menos 10 policías resultaron heridos en la jornada de protesta.
Como era de esperar, la mayoría del arco político de Paraguay ha comenzado a exigir un recuento de votos, entre los que se encuentra el izquierdista Efraín Alegre, quien finalizó segundo en los comicios, con el 27,48% de los votos.
Por su parte, la Misión de Observación Electoral de la OEA en Paraguay hizo un llamado a que todas las quejas e inconformidades sobre el proceso electoral sean tramitadas por la vía institucional de conformidad con la ley y de forma pacífica.
El Partido Colorado, fundado en 1887, ha gobernado de manera casi ininterrumpida desde 1947. Solamente no lo hizo entre 2008 y 2013, tras perder las elecciones presidenciales ante Fernando Lugo.
En este sentido, cabe aclarar que el Partido Colorado tiene importante antecedente de fraude, ya que el dictador Alfredo Stroessner Matiauda gobernó Paraguay, entre 1954 y 1989, a través de este partido político.
Stroessner encabezó un golpe de Estado que depuso al presidente Federico Chaves y resultó elegido sin oposición en las elecciones generales de julio de 1954 para completar el mandato.
Desde ese momento, Stroessner fue reelegido siete veces como presidente, primero sin oposición en un régimen de partido único y luego mediante elecciones fraudulentas.
