Aunque la guerra en Ucrania ha afectado principalmente a Europa, el conflicto ha tenido repercusiones a nivel global, incluso impactando en países de América Latina.
Por ejemplo, a lo largo de todo 2023, se registraron importantes cruces entre Brasil y Ucrania, ya que desde Kiev criticaron duramente al presidente Lula da Silva por considerar que apoyaba a su par ruso Vladimir Putin.
Además, sintiendo que países como Argentina no le estaban brindando el apoyo necesario, el presidente Volodímir Zelenski brindó a mediados del año pasado una conferencia virtual en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA para abordar este tema.
Por ello, analizando el conflicto desde el punto de vista de nuestro país, además de intentar vaticinar cómo y cuándo podría finalizar el mismo, El Economista dialogó en exclusiva con Lila Roldán Vázquez, exembajadora argentina en Ucrania desde el 2007 hasta 2015.
- Teniendo en cuenta su misión en Ucrania, incluso estando en ese país durante la ya conocida manifestación del Euromaidán, ¿la invasión rusa la tomó por sorpresa o era una situación que se preveía venir?
Debido a mi experiencia, yo estaba muy alerta. Como usted sabe, desde mediados de 2021, se comenzaron a colocar tropas rusas a lo largo de las fronteras con Ucrania, lo que anticipaba que había una intención más allá de realizar ejercicios militares.
A esto se sumaba un documento que emitió el presidente, Vladimir Putin, en junio de 2021, que se llama "De la unidad entre rusos y ucranianos", donde señalaba que Ucrania prácticamente no existe como Estado y que es un solo pueblo con Rusia.
Sin embargo, lo que no preveía fue la extensión de la invasión: como la mayoría de los estudiosos, yo creía que el ataque se iba a limitar al sur y el este de Ucrania, sobre todo, luego de que Putin le enviara dos cartas a la OTAN exigiéndole que regresara a las fronteras establecidas en 1991, algo que le negaron.
Todo esto hacía prever que iba a haber un movimiento militar importante, aunque pocos se imaginaban que la invasión iba a llegar hasta Kiev para intentar tomar el gobierno ucraniano.
Aquí hay que destacar la resiliencia ucraniana, algo histórico de este pueblo, lo que hace que sea muy difícil que se rindan sin antes pelear. Para ellos, su tierra es parte de su vida y de su identidad como pueblo.
- Desde el inicio del conflicto, Putin ha argumento que se vio obligado a invadir Ucrania, ya que la seguridad de Rusia corría peligro como consecuencia de la expansión de la OTAN hacia Europea Oriental. ¿Qué opina sobre este argumento?
La preocupación rusa por la seguridad en sus fronteras ha sido una cuestión histórica, ya que no posee "defensas naturales", como podrían ser montañas o enormes ríos. A esto se suma que Rusia siempre ha sido un país expansionista.
Nada de esto es una novedad y, por ello, al final de la Guerra Fría, hubo conversaciones sobre la posibilidad de limitar la expansión de la OTAN hacia Europa oriental.
Sin embargo, según todos los archivos oficiales que han salido a la luz, nunca hubo conversaciones formales ni se firmó ningún tipo de pacto. No hay un compromiso formal de los países occidentales, aunque el reclamo de Moscú siempre existió.
Desde mi punto de vista, más allá del tema militar, creo que lo que realmente le preocupa a Rusia es el crecimiento de los regímenes democráticos hacia sus fronteras.
Ucrania tuvo dos revoluciones de colores y es un pueblo que siempre se resistió a la dominación. Así, pese a todos los problemas de organización y corrupción que tienen, que son verdaderos, es un país que tiene una identidad de pueblo democrático. Es un pueblo que no acepta imposiciones.
Por lo tanto, este era un tema muy delicado para Rusia teniendo en cuenta las relaciones tan profundas que mantenía con Ucrania hasta la revolución del Euromaidán.
Siempre existieron muchísimos lazos entre ambos países, ya que prácticamente convivieron durante decenas de años.
Por lo tanto, yo creo que, para Putin, la democracia ucraniana representa un gran riesgo; él teme que esto pueda comenzar a influir dentro de las fronteras rusas.
- Tras dos años de guerra, parece muy poco probable que Ucrania recupere los territorios perdidos a manos de Rusia. ¿La única forma de ponerle fin al conflicto es una negociación en donde Kiev acepte esta situación?
Esperemos que esta guerra termine lo más pronto posible con una negociación. Pero, personalmente, no veo una salida para el conflicto.
Por difícil que sea la situación en el campo de batalla para Ucrania, no creo que Kiev se rinda fácilmente.
Yo sostengo que, si Putin gana esta guerra, será una situación de nunca acabar. Si Occidente permite que Putin se salga con la suya, países como Polonia o los bálticos pasarán a ser el próximo objetivo de Moscú.
Si Rusia gana la guerra, no habrá límites para la expansión, además de que representará un triunfo de la autocracia sobre la democracia.
En esta guerra no solo está en juego la seguridad de Ucrania, sino de todo el continente europeo y, por ende, de todo el mundo porque, si comienza una guerra entre Rusia y la OTAN, todos nos veremos implicados directa o indirectamente.
Además, por otro lado, parece muy difícil creer que Ucrania vaya a aceptar las pérdidas de territorio. Aunque haya una negociación, la población ucraniana nunca olvidará lo que perdió.
En pocas palabras, me cuesta ver un futuro razonable en donde Rusia se quede con los territorios que conquistó y los ucranianos acepten seguir como si nada hubiera pasado.
Creo que Putin se ha aislado del mundo y ha cometido un error estratégico muy grande al tomar a Occidente como su enemigo. Y esto también es grave para el pueblo ruso, ya que se los considera ocupantes y agresores. Lo que ha hecho Putin tampoco es justo para el pueblo ruso.
- Desde Ucrania se han mostrado bastante críticos por la "falta" de apoyo de América Latina. ¿Cómo cree que ha sido el desempeño del gobierno argentino a lo largo de estos dos años de guerra?
Los funcionarios ucranianos reconocen que no han tenido un acercamiento suficiente con estos países antes de que comenzara la guerra.
Históricamente, en América Latina no se adhiere a la estrategia de sanciones unilaterales. En el caso de Argentina, el país se limita a apoyar las resoluciones de la ONU y la OEA contra la invasión.
A esto hay que agregar que es difícil poder ayudar desde tan lejos, además de que no somos un país exportador de armas.
Por eso, creo que la presencia de Zelenski en la asunción de Javier Milei tienen que ver con este interés de acercarse a América Latina, ya que ese día tuvo la oportunidad de mantener entrevistas bilaterales con varios presidentes de la región.
Creo que lo más preocupante, y lo que realmente ha afectado a Ucrania, es que Rusia tiene una red informativa que está muy instalada en muchos países. Ucrania nunca tuvo algo así por la falta de recursos, además de que tampoco tuvo la intención, porque seguramente creían que no era necesario.
En el caso particular de Argentina, se ha enviado mucha ayuda humanitaria a través de los Cascos Blancos, durante la presidencia de Alberto Fernández, y supongo que esto va a continuar. Creo que el nuevo gobierno podría apoyar más a Ucrania desde el punto de vista político con la difusión de información en América Latina.
