Decenas de miles de personas se manifestaron hoy en Bruselas en contra de las restricciones impuestas por el Gobierno de Bélgica para luchar contra el coronavirus, en una protesta que terminó con represión.
Alrededor de 50.000 personas participaron de la movilización, por lo que se trata de la mayor de una serie de protestas que empezaron en los últimos meses, según estimaciones oficiales.
Durante la marcha, algunos manifestantes enmascarados rompieron una ventana en la entrada de la sede de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE) y la policía reaccionó reprimiendo a la multitud con camiones hidrantes y gases lacrimógenos, según la radio RTL.
Los manifestantes sostenían carteles con críticas hacia el primer ministro, Alexander De Croo, y el pasaporte sanitario, obligatorio para acceder a muchos lugares, como restaurantes y actividades de ocio. El viernes, el Gobierno belga decidió reducir la validez de estos pases sanitarios a partir del próximo mes de marzo de 270 a 150 días.
"Lo que ha ocurrido desde 2020 ha hecho que la gente despierte", dijo Francesca Fanara, que acudió a la protesta desde Lille, en el norte de Francia, mientras que Adolfo Barbosa, quien llegó desde Portugal, denunció una "dictadura sanitaria", según la agencia de noticias AFP.
La protesta se produjo en un momento en el que algunos gobiernos deciden reducir las restricciones sanitarias, a pesar de la persistencia de la variante Omicron de coronavirus, que está causando un número récord de infecciones.
El fin de semana hubo protestas similares en diferentes ciudades de Europa, como París, Estocolmo, Barcelona y Bilbao.
