Este miércoles, comenzó en el Reino Unido la primera cumbre sobre Inteligencia Artificial y China acordó trabajar con Estados Unidos, la Unión Europea y otros países para gestionar colectivamente el riesgo que el desarrollo de esta conlleva.
Diversos expertos y líderes políticos han advertido que el rápido desarrollo de la IA representa una amenaza existencial para el mundo si no se controla.
Por ello, el primer ministro británico, Rishi Sunak, impulsó esta cumbre que ha permitido que, por primera vez, un viceministro chino se una a los esfuerzos para abordar el problema.
En total, más de 25 países presentes, incluidos Estados Unidos y China, así como la UE, firmaron una "Declaración de Bletchley" en la que afirman que deben trabajar juntos y establecer un enfoque común en materia de supervisión.
La declaración estableció una agenda doble centrada en identificar riesgos de preocupación compartida y desarrollar una comprensión científica de ellos, al mismo tiempo que se planifican políticas transversales para mitigarlos.
Wu Zhaohui, viceministro de Ciencia y Tecnología de China, dijo en la sesión inaugural de la cumbre que Pekín estaba dispuesto a aumentar la colaboración en materia de seguridad de la IA para ayudar a construir un "marco de gobernanza" internacional.
Por su parte, el multimillonario Elon Musk también se hizo presente y expresó: "No sé cuáles son necesariamente las reglas justas, pero hay que empezar con conocimiento antes de realizar la supervisión", añadiendo que se podría utilizar un "árbitro externo" para que llame la atención cuando se desarrollan riesgos.
