Desde hace varias semanas, tras el estallido de la guerra en la Franja de Gaza, las alertas por posibles atentados están en su máximo nivel en Europa.
Por ello, pese a lo trágico de la noticia, no sorprende que este jueves más de 15 personas hayan perdido la vida durante un tiroteo en República Checa.
Un estudiante checo de 24 años mató a más de 15 personas e hirió al menos a otras 24 en la universidad de Praga antes de ser "eliminado", dijo la policía local, luego de lo que fue uno de los peores tiroteos en la historia del país.
El jefe de policía Martin Vondrasek informó que las autoridades fueron avisadas ese mismo día de que el hombre probablemente se dirigía a Praga, desde su ciudad en la región de Kladno, en las afueras de la capital, con intenciones de quitarse la vida.
La policía evacuó el edificio de la Facultad de Artes de la Universidad Charles, donde el tirador debía asistir a una conferencia. Pero el problema fue que luego llegó un llamado para que los agentes asistieran a otro edificio de la facultad, aunque llegaron minutos después de que el tiroteo se hubiese iniciado.
"Tenemos información muy reciente y no confirmada de una cuenta en una red social de que supuestamente se inspiró en un ataque terrorista en Rusia en el otoño de este año", dijo Vondrasek, añadiendo que el tirador era poseedor legal de varias armas de fuego y que el padre del tirador fue encontrado muerto después del ataque.
Aún no está confirmado cómo murió el atacante, ya que podría haber sido un suicidio o pudo haber sido asesinado por una bala de la policía.
Tras el ataque, el alcalde de Praga, Bohuslav Svoboda, expresó: "Siempre pensábamos que esto era algo que no nos concernía. Ahora resulta que, lamentablemente, nuestro mundo también está cambiando y aquí también surge el problema del tirador individual".
Por su parte, el primer ministro, Petr Fiala, canceló su viaje al este del país para dirigirse a Praga.
La última vez que el país vivió una situación similar fue en 2019, cuando un hombre armado de 42 años mató a seis personas en la sala de espera de un hospital en la ciudad de Ostrava.
