Según el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, su país está ganando la batalla contra el crimen organizado y prueba de ello es el alto nivel de detenidos.
En total, desde el 9 de enero, fecha en la que Noboa declaró un "conflicto armado interno" contra bandas de narcotraficantes, 3.052 personas fueron detenidas.
Además, en este período se realizaron 85 operaciones contra 22 "grupos terroristas" (la denominación que le dio el Gobierno ecuatoriano a bandas criminales y narcotraficantes) con participación de 33.858 operativos. En este sentido, entre los detenidos, 158 fueron acusados por presunto terrorismo.
El pasado fin de semana, el Ejército de Ecuador realizó un megaoperativo en la localidad de Vinces, en la provincia de Los Ríos y a 200 kilómetros de Quito, donde hallaron "cerca de 22 toneladas de clorhidrato de cocaína distribuidas en 733 bultos".
Por otra parte, el lunes la Policía de Ecuador dijo que capturó al líder del grupo armado colombiano Oliver Sinisterra y que las autoridades lo devolverán a Colombia.
Carlos L, conocido como El Gringo, fue detenido la noche del domingo en Imbabura, en el norte de Ecuador, tras tres meses de preparativos por parte de las fuerzas de seguridad.
Justamente, al ser el narcotráfico un problema regional, el pasado domingo, Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú anunciaron la creación de la primera "Red Andina de Seguridad" contra el crimen organizado.
En esta línea, este martes, quien se comunicó con Noboa fue su par brasileño, Lula da Silva, para ofrecerle cooperación a fin de reforzar la seguridad regional.
En una llamada telefónica, Lula manifestó que Brasil estaba dispuesto a ayudar a Ecuador a través de la cooperación en inteligencia y seguridad.
A su vez, Noboa y Lula coincidieron en que los países sudamericanos deben unirse en la lucha contra el crimen organizado, por lo que también es necesaria la coordinación con los países consumidores de drogas para combatir eficazmente el tráfico.
