Mientras continúa la polémica en torno al acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, el presidente de Brasil, Lula da Silva, anunció este jueves que impulsará una "nueva revolución industrial" para darle mayor competitividad al sector.
La política industrial de Lula apuntará a fomentar la producción nacional, incluso como "gran proveedora" de insumos de un vasto programa de infraestructura que el gobierno prevé presentar durante este mes.
En este sentido, el líder del PT resaltó la importancia de la industria para el desarrollo del país y la generación de empleo y riqueza. Además, en una clara crítica a Jair Bolsonaro, lamentó que en los últimos años el sector fue "desincentivado" mediante políticas que promovieron las importaciones.
Por su parte, el vicepresidente, Geraldo Alckmin, declaró que será promovida una "reindustrialización" del país, en el que el sector industrial ha pasado de representar un 20% del PIB en 1970 a "menos de un 10%" en la actualidad.
Alckmin también indicó que el plan de recuperación abarcará iniciativas para aumentar la producción en todos los sectores industriales mediante créditos públicos y sociedades con el sector privado, con prácticas medioambientales correctas y la "sustentabilidad" como "bandera".
Mientras tanto, y de cara a la próxima cumbre Unión Europea-CELAC, que se celebrará el 17 y 18 de julio, una de las grandes cuestiones es qué sucederá con el acuerdo comercial entre el bloque europeo y el Mercosur.
Por el momento, las posibilidades de cerrar el tratado parecen alejarse, principalmente por las exigencias medioambientales adicionales, relativas a las importaciones del sector agropecuario, que la UE presentó.
Por ello, serán claves los próximos seis meses, ya que mientras que Brasil ostentará la presidencia del Mercosur, España, país a favor de ratificar el acuerdo, estará al frente del Consejo Europeo.