Este lunes 10 de abril, fecha en la que se cumplieron los primeros 100 días de Lula da Silva como presidente de Brasil, el mandatario pidió no hacerles caso a los presagios pesimistas del FMI, acusó al Banco Central de "jugar contra el pueblo" y aseguró que Jair Bolsonaro se quiso perpetuar en el poder.
En un acto en el Palacio de Planalto, Lula analizó el inicio de su tercer mandato y apuntó contra Roberto Campos Neto, presidente del Banco Central, por haber mantenido la tasa de interés en el 13,75%.
"Sigo pensando que 13,75% es una tasa muy alta de interés. Sigo pensando que están jugando con el país, sobre todo con el pueblo pobre y con los empresarios que quieren invertir. No lo ve el que no quiere", dijo el líder del PT.
También se refirió a su nuevo marco fiscal, que reemplaza al techo del gasto público instalado en 2017 en la Constitución: "Trae soluciones realistas y seguras para el equilibrio de las cuentas públicas. Lo que pone fin a las restricciones irracionales del tope de gasto. Eso garantiza la vuelta de los pobres al presupuesto".
Además, consideró que "nadie cree en un gobierno que se levanta todos los días diciendo que el PBI no crecerá, que la economía no va bien, que el mercado, el FMI dijo tal cosa. Si vamos a gobernar pensando en eso, es mejor desistir".
Y, como era de esperar, se refirió al ataque de los seguidores de Bolsonaro contra varios edificios públicos el pasado 8 de enero: "Fue un hecho que va a marcar nuestro mandato porque no fue un gesto cualquiera, fue un intento de golpe de Estado hecho con desfachatez por un grupo de reaccionarios, de fascistas, de la extrema derecha que no quería dejar el poder, que no quería acatar el resultado electoral".
