Este miércoles, el presidente de Brasil, Lula da Silva, se reunirá en Roma con su par italiano, Sergio Mattarella, y el papa Francisco. Los encuentros se darán en el marco de la gira europea del líder del PT, la cual también incluye un almuerzo con el mandatario francés Emmanuel Macron.
Como el propio Lula lo explicó antes de partir hacia el Viejo Continente, el principal objetivo de su viaje es discutir con Macron "el endurecimiento del acuerdo Mercosur-Unión Europea (UE) aprobado por el Parlamento francés".
"La UE no puede intentar amenazar al Mercosur con sanciones si no cumple esto o aquello. Si somos socios estratégicos, no tienes que hacer amenazas, tienes que ayudar", agregó.
La semana pasada, el líder brasileño recibió a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y le había manifestado sus críticas a las nuevas exigencias europeas. También le advirtió que lo que tiene que existir entre socios estratégicos es "confianza mutua y no desconfianza y sanciones".
Las críticas de Lula se centran en la herramienta adicional propuesta por la UE para condicionar el acuerdo de libre comercio con el Mercosur a garantías ambientales y climáticas.
Dichas críticas se elevaron tras la aprobación en Europa de una legislación que prohíbe la importación de productos procedentes de áreas desforestadas.
Pero antes de encontrarse con Macron el viernes, este miércoles Lula se reunirá con Mattarella para abordar las relaciones bilaterales entre ambos países.
Además, también mantendrá un encuentro con la primera ministra Giorgia Meloni en el palacio Chigi y con el papa Francisco en el Vaticano, con quien pretende "conversar sobre la cuestión de la paz en Ucrania, y también el problema de la desigualdad" en el mundo.
Entre el jueves y viernes, Lula además asistirá, en París, a la cumbre mundial que busca reformar la arquitectura de las finanzas globales para responder en mejores condiciones a los desafíos del cambio climático.
