La tensión sigue en aumento en Francia: este jueves se registró la novena jornada consecutiva de protestas en contra del gobierno de Emmanuel Macron y su tan polémica reforma jubilatoria.
En un día de protestas en todo el país, hubo varios enfrentamientos entre los manifestantes y la policía, la cual incluso lanzó gases lacrimógenos contra estos en la ciudad de Nantes.
Además, en Rennes, las fuerzas de seguridad usaron cañones de agua, mientras que en el oeste de Lorient, el periódico Ouest-France dijo que los proyectiles provocaron un breve incendio en el patio de una comisaría. Alrededor del 30% de los vuelos en el aeropuerto de París Orly fueron cancelados.
El miércoles, Macron rompió semanas de silencio sobre la nueva política y, aunque reconoció que la medida era muy impopular, confirmó que se mantendría firme y que la ley entraría en vigor a finales de año.
Las encuestas de opinión han mostrado durante mucho tiempo que la mayoría de los franceses se oponen a retrasar la edad de jubilación desde los 62 años hasta los 64. Y la ira de la población ha ido en aumento luego de que el gobierno esquivara al Parlamento e impulsara los cambios a través de un decreto, también conocido como artículo 49.3.
La reforma de pensiones también implica el adelanto a 2027 de la exigencia de cotizar 43 años, y no 42 como ahora, para cobrar una pensión completa. Con estas medidas, el gobierno busca evitar un déficit de 15.000 millones de euros a partir de 2030 y de 25.000 millones en 2040.
