"La guerra civil es inevitable": el sombrío pronóstico de Elon Musk para uno de los países más ricos del mundo
Fue un fin de semana muy difícil en Inglaterra. El país gobernador por Keir Starmer experimentó una erupción de violencia antiinmigrante protagonizada por grupos de extrema derecha. El volumen de esa violencia, aseguran, es algo que no se ha visto en años. Estos grupos cantaban consignas antiinmigrantes, atacaron hoteles que albergan solicitantes de asilo y también atacaron mezquitas.
Así arrancó todo, según el prestigioso diario Financial Times: "Los disturbios estallaron por primera vez después de un apuñalamiento masivo en la ciudad costera de Southport, cerca de Liverpool, en el noroeste de Inglaterra. Tres jóvenes murieron en un ataque en una clase de baile en una calle residencial. Pero antes de que se confirmara la identidad del sospechoso (Axel Rudakubana, de 17 años), los influencers de extrema derecha y los teóricos de la conspiración habían difundido desinformación, diciendo que el sospechoso era un musulmán recién llegado al Reino Unido para solicitar asilo. Han utilizado el horror público ante el ataque con cuchillo para avivar la tensión entre comunidades, avivar la ira contra la inmigración y difundir el sentimiento islamófobo".
Las protestas, según el FT, estallaron la semana después de que Stephen Yaxley-Lennon, fundador de la ahora desaparecida Liga de Defensa Inglesa antiislámica y antiinmigrante, más conocida como Tommy Robinson, celebrara la mayor manifestación de extrema derecha en Londres en años.
"Los expertos en extremismo dicen que animó a los simpatizantes de la extrema derecha. Robinson, que abandonó el país el domingo pasado, ha desempeñado un papel importante en la provocación de la ira, junto con algunos de sus aliados, con comentarios nacionalistas ingleses en Internet dirigidos contra los inmigrantes, el Islam, el gobierno y la policía. Los esfuerzos para sofocar el malestar se complican por la forma en que la extrema derecha ha evolucionado desde grupos supremacistas blancos organizados más formalmente hasta grupos escindidos impulsados por personalidades. Su capacidad para avivar la ira y organizar protestas se ha visto reforzada por las redes sociales, como TikTok, X y Facebook, así como por canales dedicados en Telegram", explica FT.
Los integrantes de estos colectivos extrmistas son muy críticos del Islam y, también, por los niveles récord de migración, tanto clandestina como regular.
Los simpatizantes de la extrema derecha también acusan a la policía de tratar a los manifestantes nacionalistas y blancos con mayor dureza en las calles que, por ejemplo, a los manifestantes pro-Palestina.
Los niveles récord de migración clandestina a través del Canal de la Mancha desde Francia se convirtieron en una característica definitoria del mandato de Rishi Sunak, quien perdió el cargo en julio. Su lema "detengan los barcos" (stop the boats) fue coreado en algunas de las protestas de la semana pasada.
Una de las primeras acciones de Starmer fue, precisamente, desechar los planes de Sunak de deportar a los solicitantes de asilo a Ruanda, una medida que también atrajo la ira de algunos manifestantes.
En definitiva, son tendencias y problemas compartidos por muchos países de la Europa actual.
Qué dijo Elon Musk
Las imágenes de los disturbios recorrieron el mundo y muchas voces, sobre todo ligadas a de la derecha, mostraron su preocupación por el futuro del Reino Unido. Uno de ellos fue Elon Musk. Sostienen que la convivencia pacífica entre la población occidental y la árabe es imposible.
En respuesta a un tuit que señalaba que los disturbios eran consencuencia "de la inmigración masiva y las fronteras abiertas", Musk sentenció: "La guerra civil es inevitable".
Pero las cosas no quedaron ahí y el vocero de Starmer salió a pegarle duro a Musk. "No hay justificación para comentarios como ese y lo que hemos visto en este país es una violencia organizada que no tiene cabida en nuestras calles ni en Internet", dijo el vocero sobre la polémica frase de Musk.
"Como dijo el Ministro del Interior esta mañana, estamos hablando de una minoría de matones que no hablan en nombre de Gran Bretaña y, en respuesta a ello, hemos visto a algunos de los mejores de nuestras comunidades salir a limpiar el desorden y los trastornos", sentenció.
De hecho, desde el Gobierno laborista dieron vuelta las cosas y pusieron a Musk, sin decirlo explícitamente, como parte del grupo de los promotores de la violencia.
"El Gobierno está trabajando con las empresas de redes sociales. El Primer Ministro ha dicho que tienen la responsabilidad de garantizar que no albergan contenido ilegal y que la colaboración entre el Gobierno, la policía, la NCA y las empresas de redes sociales continuará", dijo el vocero.
El mensaje de Starmer a...¿Elon Musk?
El primer ministro Starmer lo tiene a Musk entre ceja y ceja y esto fue lo que dijo la semana pasada: "Permítanme también decir a las grandes empresas de redes sociales y a quienes las dirigen: los desórdenes violentos claramente fomentados en línea también son un delito. Eso está pasando en sus instalaciones...La ley debe cumplirse...Tomaremos todas las medidas necesarias para mantener seguras nuestras calles".