La economía puede ayudar a Kamala
A seis semanas de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, las encuestas sobre intención voto vienen mostrando pocos cambios.
La candidatura de Kamala Harris en reemplazo de Joe Biden cambió el clima de la campaña porque entusiasmó a las bases demócratas que descontaban una derrota con Biden.
Los sondeos comenzaron a mostrar una elección más pareja, pero luego de ese envión inicia de Harris, que se consolidó con su performance en el debate, las preferencias se estancaron.
- Harris tiene una ventaja de 2,3 puntos en el total de votos a nivel nacional, pero siguen siendo muy reñidos los siete estados en lo que se decidirá la elección.
- Las proyecciones sobre el Colegio Electoral no muestran una tendencia definida.
Esta situación es consecuencia de que ni Harris ni Donald Trump están logrando avances significativos entre los votantes independientes. A ambos les cuesta conseguir apoyos fuera de las bases partidarias.
A esta altura, las campañas pueden aportar poco para incidir en los votantes. Los estímulos vendrán de afuera. Y en ese terreno, Harris cuenta con una ventaja que es la mejora que está mostrando la economía porque está bajando la inflación, el nivel de actividad se sostiene y el mercado de trabajo se está enfriando, pero se mantiene relativamente sólido.
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A la hora de evaluar la gestión de Biden, las peores notas de los votantes las recibía por su manejo de la economía. A Trump siempre se lo considera mejor preparado en ese terreno y por eso es un tema que está siempre presente en sus discursos.
La descripción que suele hacer de la economía del país parece la de un candidato de un país subdesarrollado o en crisis. Pero en la medida en que esa no sea la percepción de los votantes su mensaje perderá credibilidad.