Este miércoles, la COP28 celebrada en Dubái finalizó con un trascendental acuerdo: representantes de casi 200 países decidieron comenzar a reducir el consumo global de combustibles fósiles.
Tras alcanzar dicho acuerdo, después de dos semanas de duras negociaciones, el presidente de la COP28, Sultan al-Jaber, lo calificó de "histórico", aunque aclaró que su verdadero éxito estaría en su implementación.
"Somos lo que hacemos, no lo que decimos. Debemos tomar las medidas necesarias para convertir este acuerdo en acciones tangibles", agregó en este sentido.
Por su parte, Espen Barth Eide, canciller de Noruega, detalló que "es la primera vez que el mundo se une en torno a un texto tan claro sobre la necesidad de abandonar los combustibles fósiles".
En esta línea, John Kerry, enviado de EE. UU. para el clima, "consideró que este es un momento en el que el multilateralismo realmente se ha unido y la gente ha priorizado el bien común por sobre los intereses individuales".
¿Qué se acordó?
El acuerdo exige "hacer una transición para alejarse de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, de una manera justa, ordenada y equitativa para lograr cero emisiones netas para 2050, de acuerdo con la ciencia".
En parte, el pacto describe lo que muchos países ya han comenzado a hacer, ya que algunos gobiernos han promulgado políticas en los últimos años para hacer la transición a una economía más verde.
En este sentido, el acuerdo insta a los gobiernos a acelerar dicho proceso, específicamente triplicando la capacidad de energía renovable a nivel mundial para 2030, acelerando los esfuerzos para reducir el uso de carbón y también tecnologías como la captura y el almacenamiento de carbono, que pueden limpiar industrias difíciles de descarbonizar.
Durante meses, los países de la OPEP fueron los que más se opusieron a abordar el tema. Por ello, fue clave cambiar la idea de "eliminación gradual" por el término "transición", lo que deja más margen de maniobra.
Además, al igual que en la COP26, se instó a los países a reducir el uso de carbón, mientras que el punto flojo de la cumbre fue la falta de un claro apoyo financiero para los países pobres que deben realizar la misma transición.
