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Johnson cubre efectos secundarios

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04 diciembre de 2020

Ayer, autoridades del Reino Unido informaron que indemnizarán a las personas que sufran efectos secundarios graves por las vacunas contra el Covid-19. Así, el coronavirus se incluirá en la lista de enfermedades cubiertas por el Esquema de Pago de Daños por Vacunas (VDPS), explicó el Departamento de Salud y Asistencia Social del país, que un día antes había anunciado que empezará a vacunar a su población la próxima semana.

Debido a que las vacunas han sido desarrolladas en tiempo récord por las farmacéuticas y que sus usos están condicionados por aprobaciones de emergencia, la compensación por posibles efectos secundarios ha sido un tema muy debatido en el último tiempo.

El VDPS fue creado en 1979 y sirve para cubrir a las víctimas de efectos nocivos causados por inmunizaciones como, por ejemplo, la vacuna contra la gripe porcina, incluida por un tiempo en 2009. En caso de que un grupo de personas pueda demostrar que una dosis les causó algún inconveniente de gravedad, pueden llegar a acceder a una suma global de 120.000 libras.

Sin embargo, Duncan Fairgrieve, del Instituto Británico de Derecho Internacional y Comparado, explicó que “el esquema actual no es realmente adecuado para la situación actual. Si ocurren eventos adversos, el camino hacia la compensación es demasiado complicado. Sería mucho mejor si el Gobierno estableciera un esquema a medida para el Covid-19”.

Por otro lado, la compañía AstraZeneca, que se encuentra desarrollando una vacuna contra el Covid-19 en conjunto con la Universidad de Oxford, recibió protección judicial contras futuras demandas por posibles problemas en sus dosis en la mayoría de los países con los que posee acuerdos.

Ruud Dobber, parte del equipo ejecutivo de la compañía británica, dijo que “esta es una situación única en la que nosotros, como empresa, simplemente no podemos correr el riesgo si en cuatro años la vacuna muestra efectos secundarios” y agregó que “en los contratos que tenemos, estamos pidiendo una indemnización. Para la mayoría de los países es aceptable tomar ese riesgo sobre sus hombros porque es de interés nacional”.

En Estados Unidos, esto ya se encuentra previsto desde 2005 por la Ley PREP, la cual no autoriza reclamos por daños de los insumos que permitan controlar una crisis sanitaria como la actual.

La empresa con sede en Cambridge se ha comprometido a suministrar más de 2.000 millones de dosis sin fines de lucro en Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países europeos a través de acuerdos que le aseguran el respaldo de los gobiernos en la producción y desarrollo.

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