Mientras la guerra en la Franja de Gaza continúa, una de las grandes cuestiones es cómo reaccionará Estados Unidos, principal aliado de Israel.
Este fin de semana, el secretario de Defensa norteamericano, Lloyd Austin, dijo que Washington enviaría más activos militares a Medio Oriente en apoyo a Israel y fortalecería la postura de Defensa de Estados Unidos en la región después de las "recientes escaladas de Irán y sus fuerzas aliadas", en referencia a Hezbollah.
Austin también dijo que estaba preocupado "por una posible escalada. De hecho, lo que estamos viendo es la perspectiva de una escalada significativa de ataques contra nuestras tropas y nuestro pueblo en toda la región".
"Si algún grupo o país busca ampliar este conflicto y aprovechar esta situación tan desafortunada, nuestro consejo es: no lo hagan", agregó.
Mientras tanto, el presidente, Joe Biden, mantuvo el domingo una llamada con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y, por separado, también habló con el papa Francisco sobre "la necesidad de prevenir una escalada en la región y trabajar por una paz duradera en Medio Oriente".
Biden habló con el Papa durante unos 20 minutos y este último le remarcó "la necesidad de identificar caminos hacia la paz" y la de proteger a los civiles en Gaza.
Además, según la Casa Blanca, también conversaron sobre la reciente visita de Biden a Israel y los esfuerzos para la entrega de alimentos, medicinas y otra asistencia humanitaria en Gaza.
Horas antes, Francisco había dicho a la multitud en la plaza de San Pedro que estaba profundamente entristecido por la "grave situación en Gaza (...) Hermanos, deteneos".
