Para el Poder Judicial del Reino Unido, no hay dudas al respecto: la Inteligencia Artificial no puede ser el "inventor" de una patente.
Stephen Thaler, un científico estadounidense, intentó que se le concedieran dos patentes en el Reino Unido para invenciones que, según él, fueron ideadas por su "máquina de creatividad", llamada DABUS.
Sin embargo, en un caso histórico en el Reino Unido sobre si la IA puede poseer derechos de patente, el pedido fue rechazado por la Oficina de Propiedad Intelectual (IPO) con el argumento de que el inventor debe ser un ser humano o una empresa, y no una máquina.
Thaler había apelado ante el Tribunal Supremo del Reino Unido, el cual rechazó por unanimidad su apelación, ya que, según la ley de patentes del Reino Unido, "un inventor debe ser una persona física".
En este sentido, el juez David Kitchin explicó que el caso "no se refería a la cuestión más amplia de si los avances técnicos generados por máquinas que actúan de forma autónoma e impulsadas por IA deben ser patentables".
Por su parte, los abogados de Thaler dijeron que el fallo "establece que la ley de patentes del Reino Unido es actualmente totalmente inadecuada para proteger invenciones generadas de forma autónoma por máquinas de IA y, como consecuencia, totalmente inadecuada para apoyar a cualquier industria que dependa de la IA en el desarrollo de nuevas tecnologías".
A principios de año, Thaler ya había perdido una licitación similar en Estados Unidos, donde la Corte Suprema se negó a escuchar una impugnación sobre la decisión negativa de la Oficina de Patentes y Marcas de conceder patentes para invenciones creadas por su sistema de inteligencia artificial.
