El papa Francisco recibió este martes al dictador cubano Miguel Díaz-Canel, lo que generó gran polémica a nivel internacional.
La audiencia entre ambos, que duró unos 40 minutos, se llevó a cabo en el Vaticano. Previamente, Francisco le entregó al líder cubano una obra de arte de bronce que representa una paloma portando una rama de olivo, con la inscripción "Sed mensajeros de la paz", mientras que Díaz-Canel le regaló al Papa una escultura en plata, bronce y madera titulada "El Lector".
En paralelo, a pocos metros del Vaticano una decena de manifestantes cubanos protestaron en contra del recibimiento del Papa al dictador de Cuba.
Así, Díaz-Canel se convirtió en el tercer mandatario de ese país que viaja al Vaticano desde el triunfo de la Revolución Cubana en 1959: Fidel Castro y su hermano Raúl lo hicieron en 1996 y 2015, respectivamente.
La reunión se produjo pocos días después del regreso de Francisco al Vaticano tras nueve días de estar internado en el hospital por una operación debido a una hernia abdominal.
Aunque no está claro sobre qué conversaron ambos líderes, seguramente abordaron la cuestión de los detenidos y condenados por las protestas antigubernamentales de Cuba.
El cardenal Beniamino Stella, que visitó Cuba en febrero, explicó entonces que había transmitido el mensaje de Francisco de la liberación de estos presos.
