Tras la quiebra del Silicon Valley Bank, la crisis bancaria continúa a nivel mundial: este miércoles, las acciones del Credit Suisse llegaron a caer más del 30% después de que su mayor accionista dijera que no podía brindar más apoyo.
Saudi National Bank, que posee el 9,88% del Credit Suisse, comunicó que no compraría más acciones por motivos regulatorios. Acto seguido, las acciones de este último cayeron alrededor del 17% en las operaciones de la tarde, luego de perder hasta un 30% durante las primeras horas del día.
La acción del Credit Suisse, que valía alrededor de 80 francos suizos en 2008, se había reducido a 1,55 francos suizos el miércoles.
Luego de la crisis, el presidente ejecutivo de la entidad, Ulrich Koerner, se movió para calmar los nervios y dijo que la base de liquidez del banco se mantuvo sólida y estaba muy por encima de todos los requisitos regulatorios.
Koerner había dicho a principios de esta semana que el índice de cobertura de liquidez del Credit Suisse promedió 150% en el primer trimestre de este año.
Como era de esperar, Europa se vio afectada por esta situación negativa: entre las mayores caídas en los bancos europeos se encontraban los prestamistas franceses Société Générale (-12%) y BNP Paribas (-9%).
Además, los bonos de la zona euro también se vieron afectados con el rendimiento a dos años en Alemania, cayendo 30 puntos básicos a 2,61%.
Por su parte, para calmar al mercado, el Banco Central de Suiza se comprometió a financiar al Credit Suisse con liquidez "si es necesario", una novedad para un banco global desde la crisis financiera del 2008.
En un comunicado conjunto con el supervisor FINMA, anunciaron el paso radical, pero insistieron en que el Credit Suisse, el segundo mayor prestamista de Suiza, es sólido y "cumple con los requisitos de capital y liquidez impuestos a los bancos de importancia sistémica".
