Este miércoles, el Banco Mundial rebajó su pronóstico de crecimiento económico para América Latina y el Caribe para 2024: la cifra pasó al 1,6 %, desde su estimación anterior del 2,3 %.
Según el BM, la región continúa por detrás de las tasas de crecimiento registradas en otras partes del mundo.
Sin embargo, el crecimiento económico de la región podría recibir el impulso necesario mediante un aumento de la competencia, aunque "la diversificación corporativa enfrenta limitaciones, incluso en educación e infraestructura".
Además, según el BM, la actual tasa de crecimiento en América Latina y el Caribe no es suficiente para impulsar la prosperidad.
En este sentido, Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe (LAC), remarcó que "el bajo crecimiento persistente no es sólo una estadística económica, es una barrera para el desarrollo".
"Se traduce en servicios públicos reducidos, menos oportunidades laborales, salarios deprimidos y mayor pobreza y desigualdad", agregó.
En su informe, el BM detalla que la escasa competencia en la región es un obstáculo para la innovación y la productividad, ya que las grandes empresas dominan diversos sectores, y el 70 % de los trabajadores de la región son autónomos o forman parte de empresas con menos de 10 empleados.
A su vez, pese a la presencia de agencias y leyes de competencia en varios países, el BM explicó que la aplicación de la ley en la región es frágil ya que las empresas grandes y poderosas a menudo influyen en las políticas gubernamentales.
Por otra parte, la entidad consideró que otra barrera clave es la educación: el 29 % de las empresas de la región dicen que no pueden expandirse debido a la falta de mano de obra calificada.
