El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, declaró el estado de emergencia el sábado cuando el número de casos de coronavirus en Nueva York se disparó, con 89 personas confirmadas como enfermas, incluidas 12 en la Gran Manzana.
Uno de los nuevos casos de la ciudad es un conductor de Uber de 33 años que trabajó en Long Island; está aislado en el hospital de Queens en estado "grave", dijo el alcalde Bill de Blasio.
"No estoy instando a la calma", dijo Cuomo, en un intento por los que han pedido repetidamente la calma frente a los recientes cambios en el mercado de valores COVID-19.
"Insto a la realidad", dijo el gobernador en una conferencia de prensa al mediodía en Albany.
"Insto a una respuesta objetiva en lugar de una respuesta emocional".
Los totales del sábado reflejan un salto de un día de siete casos nuevos en la ciudad.
El conductor de Uber, que según funcionarios de la ciudad tiene un problema respiratorio subyacente, está siendo tratado en el Hospital Episcopal de St. John en Far Rockaway.
Hasta ayer, 18 residentes de la ciudad de Nueva York están bajo cuarentena obligatoria y 2,255 están bajo cuarentena voluntaria, agregó el alcalde.
Aún no se habían anunciado cierres de escuelas públicas en la ciudad, a diferencia de Westchester, el condado más afectado en Nueva York con 69 casos en total.
Tambien se dispuso que los hogares de ancianos y las instalaciones para personas mayores en todo Nueva York deberán suspender a los visitantes externos.
"Los hogares de ancianos son el entorno más problemático para nosotros", dado que el virus es más mortal para los pacientes ancianos y con problemas médicos, dijo Cuomo.
El aumento en los números de Nueva York es paralelo a lo que sucede en todo el país, e incluso en Washington, DC
El primer supuesto caso positivo fue reportado el sábado en la capital de Estados Unidos.
