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Cambio Climático: la ONU advierte que es “ahora o nunca”

El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos dio una serie de medidas que hay que implementar para cumplir con las metas climáticas

La ONU advirtió que la implementación relativamente lenta de los compromisos por parte de los países.
La ONU advirtió que la implementación relativamente lenta de los compromisos por parte de los países.
06 abril de 2022

"Es ahora o nunca", dijo Jim Skea cuando presentó el nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC), remarcando que este es el momento de actuar para frenar el avance del calentamiento global.

“Salimos de la COP26 en Glasgow con un optimismo ingenuo, basado en nuevas promesas y compromisos”, dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, en dicha presentación. 

"Pero las promesas climáticas actuales significarían todavía un aumento del 14% en las emisiones. Y la mayoría de los principales emisores no están tomando las medidas necesarias para cumplir incluso estas promesas inadecuadas", agregó. 

Actualmente, las emisiones globales están en camino de alcanzar unos 3,2 °C para finales de siglo. Por ello, el informe destaca que solo los recortes severos de emisiones en los próximos diez años en todos los sectores permitirán cambiar el rumbo.

Pero, aunque estas medidas se aplicaran, los gobiernos igualmente tendrían que incrementar sus esfuerzos para plantar más árboles y desarrollar tecnologías que pudieran eliminar parte del dióxido de carbono que ya se encuentra en la atmósfera.

Incrementar los recortes

A diferencia de otras oportunidades, el informe, el último de una serie de tres partes del IPCC, se encargó de remarcar algunas de las acciones necesarias para contener el calentamiento global a 1,5 °C por encima de las temperaturas preindustriales. 

Una de las advertencias más polémicas fue que el desarrollo de combustibles sostenibles no será suficiente para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que habrá que reducir la demanda de energía de los consumidores. 

En este sentido, Daniel Quiggin, investigador ambiental del instituto de políticas del Reino Unido Chatham House, explicó que “aceptar un estilo de vida de menor consumo es casi el único movimiento político de acción rápida que nos queda para prevenir los impactos desastrosos del cambio climático".

Según el informe, la “mitigación del lado de la demanda” podría lograrse a través de medidas como invertir en carriles para bicicletas y transporte público mientras se bloquean los automóviles en las ciudades.

Para la ONU, este objetivo podría impactar negativamente en el crecimiento económico de los países, pero las pérdidas se verían compensadas por los beneficios de prevenir el cambio climático extremo.

Además, el IPCC destacó que proteger los bosques, cambiar los hábitos alimentarios y modificar los métodos agrícolas podrían contribuir con alrededor de una cuarta parte de los recortes de gases de efecto invernadero.

En 2019, cerca del 22% de las emisiones globales provinieron de la agricultura, la silvicultura y otros sectores de uso de la tierra. De esta cifra, aproximadamente la mitad derivó de la deforestación.

En este sentido, la protección de los bosques contra la tala o dietas más sostenibles, incluyendo la reducción del consumo de carne, podrían proporcionar entre un 20% y un 30% de las reducciones de emisiones necesarias para limitar la temperatura a 1,5 °C.

Las ciudades, un as bajo la manga

Una de las ideas más innovadoras del informe fue que las ciudades, que son grandes impulsoras de las emisiones, podrían desempeñar un papel importante para combatir el cambio climático. 

En 2020, las metrópolis fueron responsables de hasta el 72% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, frente al 62% en 2015. 

Entre algunas de las medidas a implementar, se destacan las tomadas por Londres, que introdujo tarifas para vehículos altamente contaminantes, y París, que prohibió los automóviles diésel.

Además, se podría mejorar la eficiencia energética en los edificios, diseñar calles para evitar la congestión del tráfico e incorporar más parques y árboles.

Por otro lado, teniendo en cuenta que el 55% de la población mundial vivía en ciudades en 2018, una cifra que se espera aumente al 68% para 2050, será importante evitar la expansión rural y suburbana.

Se necesita mayor cooperación del mundo financiero

Otra de las conclusiones más polémicas fue que, según el IPCC, pese a que el mundo “está inundado de dinero”, no se gasta lo suficiente para prevenir el cambio climático.  

En este sentido, la inversión en la materia tendría que aumentar hasta seis veces desde los US$ 640.000 millones gastados en 2020, lo que representaría una pequeña parte de la producción económica mundial, que totalizó unos US$ 84 billones ese mismo año.

Además, se necesitan políticas que eliminen los subsidios a los combustibles fósiles, y que permitan exenciones fiscales para la energía limpia y financiación para desarrollar proyectos y tecnologías con bajas emisiones de carbono.

Justamente, la ONU advirtió que la implementación relativamente lenta de los compromisos por parte de los países estaría relacionada con la presión ejercida por algunas industrias productoras de combustibles y automóviles.

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