A pocos días de una nueva cumbre de líderes de los BRICS, desde Rusia consideraron que el interés de otros países en unirse al grupo era una prueba de la creciente autoridad del bloque en el escenario mundial.
Los mandatarios de Brasil, India, China y Sudáfrica se reunirán entre el 22 y 24 de agosto en Johannesburgo, mientras que Vladimir Putin no podrá asistir debido al pedido de captura internacional que hay en su contra, aunque enviará a un representante en su nombre.
Uno de los temas que se discutirá en la capital sudafricana es la posible expansión del bloque, ya que varios países, entre ellos Argentina, estarían interesados en sumarse.
En este sentido, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que "este es un tema muy importante porque vemos que cada vez más países están haciendo declaraciones sobre su intención de unirse a los BRICS".
"En general, tal interés en el grupo BRICS muestra el gran potencial de la asociación, su creciente autoridad y, lo que es más importante, la importancia práctica de esta asociación", agregó.
Según Sudáfrica, más de 40 países manifestaron su interés de unirse a los BRICS, de los cuales 22 presentaron solicitudes formales.
Pero Pavel Knyazev, un diplomático ruso que representa los intereses de Moscú en los BRICS, dijo que los criterios y la metodología para admitir nuevos miembros aún se están discutiendo y que se necesita un consenso sobre el tema.
En este sentido, Peskov explicó que existen ciertos "matices" dentro del actual grupo sobre la expansión de su membresía, pero que estos "se discutirán durante la próxima cumbre y los jefes de Estado hablarán sobre su posición".
Hasta ahora, quien más cauteloso se mostró fue el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, quien en junio habló de la necesidad de "cuidar" lo que llamó "una marca y un activo" que era responsable del 31,5% del PIB mundial y del 40% de su población.
