Este jueves, los senadores franceses votaron a favor de elevar la edad legal de jubilación de 62 a 64 años, lo que representó una primera victoria para los planes de reforma de pensiones del presidente Emmanuel Macron.
En total, 201 miembros del Senado, dominado por el partido conservador Les Républicains, votaron a favor del emblemático artículo 7 de la reforma sobre la edad de jubilación, mientras que 115 votaron en contra.
Se espera que la Cámara Alta francesa apruebe los artículos restantes del proyecto de ley de reforma este viernes.
Luego se presentará a un comité de mediación entre los legisladores del Senado y la Asamblea Nacional (Cámara Baja del Parlamento) la próxima semana. El gobierno espera que los cambios en las pensiones sean adoptados por el Parlamento a finales de mes.
Sin embargo, para lograrlo, Macron, que carece de una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, deberá ganarse a varias docenas de legisladores conservadores o usar sus poderes constitucionales para eludir al Parlamento.
Con esta reforma, el mandatario busca evitar un déficit de 15.000 millones de euros a partir de 2030 y de 25.000 millones en 2040.
Además, así aumentaría el porcentaje de la población de entre 60 y 64 años que trabaja: mientras que en el país galo esa cifra es de apenas el 30%, en Alemania supera el 60%.
