En una medida similar a la que implementó Donald Trump, en la frontera entre EE.UU. y México, durante su presencia, India planea gastar casi US$ 3.700 millones para cercar su frontera de 1.610 kilómetros con Myanmar.
El proyecto, que demandaría una década, buscará evitar el contrabando y otras actividades ilegales en la región.
India dijo a principios de este año que cercaría la frontera y pondría fin a una política de circulación libre de visas con Myanmar para los ciudadanos fronterizos por razones de seguridad nacional y para mantener la estructura demográfica de su región nororiental.
En este sentido, a principios de marzo, un comité gubernamental aprobó el presupuesto de la valla, que ahora debe recibir el visto bueno del gabinete del primer ministro Narendra Modi.
Desde el golpe militar en Myanmar en 2021, miles de civiles y cientos de tropas han huido de allí a estados indios donde las personas de ambos lados comparten vínculos étnicos y familiares.
Pero esto ha preocupado a Nueva Delhi por el riesgo de que las tensiones comunales se extiendan a la India.
Algunos miembros del gobierno de Modi también han culpado a la porosa frontera de ser cómplice de la tensa situación en el inquieto estado de Manipur, en el noreste de India, lindante con Myanmar.
Durante casi un año, Manipur ha estado sumida en una situación similar a una guerra civil entre dos grupos étnicos, uno de los cuales comparte linaje con la tribu Chin de Myanmar.
El comité de altos funcionarios indios también acordó construir carreteras paralelas a lo largo de la valla y 1.700 kilómetros de carreteras secundarias que conecten las bases militares con la frontera.
Debido al difícil terreno montañoso y al uso de tecnología para prevenir la intrusión y la corrosión, la valla y la carretera contigua costarán casi 125 millones de rupias por kilómetro, más del doble que los 55 millones por kilómetro de la valla fronteriza con Bangladesh construida en 2020.
