Rubinstein y Marx, posibles reemplazos

Sergio Chodos, con las horas contadas: Massa cambiaría al representante argentino en el FMI

Fuentes cercanas confirman que el “alter ego” de Martín Guzmán dejará su cargo, eyectado por la supuesta mala relación con las autoridades de Washington
Chodos y Guzmán fueron claves en las negociaciones con privados en 2020 y el FMI en 2021-2022
Leandro Gabin 08-08-2022
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Luego de los movimientos en la secretaría de Energía, donde Sergio Massa corrió a los funcionarios cristinistas para aplicar su “tarifazo”, el súper ministro de Economía haría otros cambios ahora en su relación con los organismos internacionales. 

Sergio Chodos, el hasta ahora representante argentino ante el FMI, tendría las horas contadas en el nuevo esquema de Gobierno. 

Fuentes cercanas confirman que el “alter ego” de Martín Guzmán dejará su cargo, eyectado por la supuesta mala relación con las autoridades de Washington. “Están hartos de él, no lo quieren ver más”, dice una fuente del equipo económico del massismo. 

Así, de confirmarse, Massa deberá designar a un nuevo colaborador para ser el nexo con el FMI. Se hablaba de Gabriel Rubinstein, quien sonaba como viceministro, pero cuyo ingreso al Gobierno todavía está freezado. “Se decidirá esta semana”, dicen. 

El consultor tiene llegada al organismo por su paso por el equipo económico de Roberto Lavagna y las reestructuraciones de los primeros años del mandato de Néstor Kirchner. Más acá en el tiempo, trabajó junto a Guillermo Nielsen (quien sonaba como ministro de Economía de Alberto Fernández antes de decidirse por Guzmán) para encarar una propuesta a los acreedores privados y al Fondo. 

De todas formas, cualquier decisión es evaluada y aprobada (o no) por Leonardo Madcur, el funcionario que en realidad maneja técnicamente el Ministerio de Economía. 

Lo cierto es que la decisión de prescindir de Chodos ya estaría tomada. 

Otro potencial encargado de tejer relaciones con el organismo es Daniel Marx, quien -dicen- está muy involucrado con el equipo económico del massismo. “No será una figura decorativa como sucedió cuando Guzmán armó un comité y lo incluyó, sin que tuviera injerencia ni le importara su opinión. Acá es una persona tenida en cuenta”, alegan. 

La salida de Chodos era algo que se venía cocinando desde que el economista de Columbia dio el portazo. De hecho, en el viaje de Silvina Batakis a Washington para reunirse con Kristalina Georgieva pegó el faltazo alegando que “estaba de vacaciones”. Nadie creyó eso. 

La gente de Massa no confía en Chodos, un personaje “raro” que suele ser “indescifrable” para muchos. El endurecimiento del staff luego de la salida de Julie Kozack y el empoderamiento del brasileño Ilan Goldfajn habrían sido decisivos para plantear el corrimiento del ex titular del FGS de la Anses. 

Quien por ahora seguirá pero que, cuentan, está a prueba, es Miguel Pesce al frente del BCRA. Lisandro Cleri como vice es una intervención casi total pero, destacan, todavía falta “meter mano” en la entidad. Correrían a varios directores a los cuales en poco tiempo se le vencen los mandatos (a finales de septiembre se irían varios) pero la incógnita es Pesce. “Es probable que tenga que dar un paso al costado. El tema es que todavía lo necesitan porque es un nexo con el FMI, firmó el acuerdo que tenemos”, advierten fuentes ligadas a lo que se conversa en el massismo.

Seguramente la “cabeza” de Pesce correrá peligro si, como se estima, Economía decide un plan más en serio para la sangría de reservas: léase, desdoblar. Pesce fue una máquina de impedir en ese sentido y se enfrentó a Guzmán, el primero en sugerirle a Alberto que había que blanquear tipos de cambio alternativos. Por ahora el equipo de Massa le prende una vela a los US$ 5.000 millones que los exportadores liquidarían, algo para nada asegurado. Le bajan la expectativa al REPO con los bancos, algo inviable dado el costo que pagaría el país para ejercerlo. 

“Por ahora no quiere ni devaluar ni desdoblar, pero veremos cómo les va con los exportadores. Si no pasa lo que esperan, tendrán que hacer algo más drástico”, comentan banqueros que tuvieron reuniones con el equipo de Madcur. 

Pesce es el último bastión de Alberto y siempre tuvo choques con Economía por la política de “parches” para frenar las subas de los dólares alternativos y poner más cepos. Por ahora la gente de Massa lo mantiene pero nadie está demasiado entusiasmado en que se quede en Reconquista 266.