En su discurso en la COP26, el presidente Alberto Fernández volvió a vincular la acción climática con el financiamiento. En Glasgow, señaló la necesidad de aplicar la emisión de los Derechos Especiales de Giro del FMI para “un gran pacto de solidaridad ambiental, que incluya a los países de bajos ingresos y renta media y que sirva para extender los plazos de las deudas y la aplicación de menores tasas”.
Fernández informó que la Argentina está “renegociando un préstamo que se le concedió a mi país por US$ 57.000 millones, una suma mayor a la que el FMI destinó para todos los países del mundo para combatir la pandemia y que significa la mitad del presupuesto que el mundo comprometió para atender al cambio climático y que aún permanece incumplido”.
“Necesitamos también de la atención y sensibilidad de esa misma comunidad para superar el obstáculo que la Argentina tiene en materia de endeudamiento externo con el FMI. Hacerlo de modo exitoso, nos permitirá acelerar nuestra transición climática”, recalcó.
“Esto demuestra un grado de inconsistencia que debemos corregir”, reflexionó el jefe de Estado y se dirigió a todos los líderes presentes: “Necesitamos mayor flexibilidad para honrar esa deuda, en plazos y tasas”. Además, detalló que el país está dispuesto “a vincular parte de su pago a las imprescindibles inversiones en infraestructura verde”.
¿Qué chances reales tiene ese canje que propone?
“En el mundo ya hay ciertos fondos de inversión y de pensiones que invierten solamente en deuda corporativa y soberana que tienen parámetros de sustentabilidad ambiental. Lo que está proponiendo ahora Fernández es otorgarle algún tipo de beneficio a la Argentina si toma políticas agresivas de cuidado del medio ambiente. Por ahora, ese tipo de canjes son prematuros, están en etapa de exploración, pero creo que es una buena propuesta porque si Argentina acepta este tipo de demanda de los inversores, puede ser precursora”, dijo Javier Timerman, socio de AdCap y co-fundador de Banza, en CNN Radio Tucumán.
“No me caben dudas de que en el futuro sólo se va a poder emitir deuda, tanto corporativa como soberana, que incorpore un agresivo cuidado del medio ambiente”, dijo el inversor.
