Cuesta encontrar un momento crítico como el actual en los últimos 74 años de vida que tiene la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el organismo público de referencia del desarrollo nuclear en Argentina y un actor destacado dentro del sistema nacional de ciencia y técnica y desarrollo tecnológico, además de investigaciones en energías renovables.
Creado el 31 de mayo de 1950 mediante el Decreto del Poder Ejecutivo Nacional N° 10936/50, el organismo atravesó contextos económicos adversos como en los '90, pero desde la llegada de Javier Milei a la presidencia con el recorte de la obra pública, la falta de previsión presupuestaria se traduce hoy en una amenaza constante para el futuro de la energía nuclear en Argentina, que hoy representa el 10% del total de la matriz energética.
Con una trayectoria de 32 años en la CNEA, Adriana Serquis, su actual presidenta, describe la situación que vive hoy el organismo frente a la falta de financiamiento y de recursos económicos por parte del Estado Nacional, lo cual obligó a tomar la decisión de paralizar las obras del rector CAREM que tiene un grado de avance del 70% y del RA-10 cuya obra está 85% completa.
"No sólo están afectados estos dos proyectos, sino que está en riesgo toda la actividad de la CNEA. El problema no sólo es la falta de presupuesto, sino la ausencia de previsibilidad. No tenemos respuesta por parte del Gobierno Nacional y los fondos actuales alcanzarían hasta mayo o junio", señaló en una entrevista con El Economista.
Y disparó: "Ambos proyectos nucleares tienen una enorme capacidad exportadora, pero si se paralizan habrá una catarata de juicios y se caerán más de 160 contratos.
Serquis argumentó que a comienzos de año, con el secretario de Energía habíamos quedado en que el crédito que se otorgara de $ 19.000 millones se iba a pagar. "Eso no fue cierto. No pagaron absolutamente nada del presupuesto 2024, excepto salarios y becas. Veníamos sobreviviendo porque nos habían pagado una deuda de 2023, pero llegamos a esta situación que se denuncia en la nota de los gerentes. Después de eso, nos pagaron $3.000 millones que representan el 11% nada más de todo lo que nos deben", dijo.
"El Gobierno Nacional está más preocupado por alcanzar el déficit cero y de cumplir con los pagos de la deuda externa, en lugar de cumplir con la deuda interna", recalcó.
En el caso de CAREM advirtió que "es un proyecto de gran envergadura donde hay asumidos compromisos de pago y más de 160 contratos que hoy están atados con alfileres con riesgo de no poder cumplir con las empresas".
Se trata del primer reactor nuclear de potencia íntegramente diseñado y construido en la Argentina. Esta clase de reactores tienen una gran proyección para el abastecimiento eléctrico de zonas alejadas de los grandes centros urbanos o de polos fabriles e industriales con alto consumo de energía.
El prototipo se está construyendo en Lima, provincia de Buenos Aires. La obra civil comenzó el 8 de febrero de 2014, momento desde el cual el CAREM se ha constituido como el primer SMR del mundo en estar oficialmente en construcción.
Esta primera versión de los reactores será capaz de generar 32 megavatios eléctricos, y se destaca por un riguroso estándar de seguridad aplicado desde el diseño, obtenido mediante soluciones de alta ingeniería que simplifican su construcción, operación y mantenimiento.
En el caso de la obra civil del RA-10, Serquis afirmó que está completa en 100% (la total en 85%). Se esperaba que con los contratos vigentes con INVAP y todas las subcontratistas se pudiera terminar para el año que viene y empezar la puesta en marcha. Hay un cronograma de trabajo que corre el riesgo de no completarse.
"No podemos hacernos responsables de pagar algo que no tenemos presupuestado", añadió.
El Proyecto RA-10 está ubicado en el Centro Atómico Ezeiza (provincia de Buenos Aires) e incluye el diseño, construcción, montaje, puesta en marcha y entrega para la operación de un reactor nuclear multipropósito, con un aporte de más del 80% de empresas e instituciones locales en tecnología y servicios asociados.
"La instalación asegurará el autoabastecimiento de radioisótopos de uso médico, contando con capacidad para atender buena parte de la demanda de América Latina", apuntó Serquis.
La titular de la CNEA subrayó que la situación financiera del organismo es alarmante, y aclaró que "a pesar de los esfuerzos institucionales por ejecutar toda la cuota de gasto durante todo este primer trimestre del año, no se hicieron las transferencias de fondos para poder realizar los pagos efectivos a los proveedores, con la única excepción de las transferencias correspondientes a salarios y becas".
"En este escenario muchos trabajadores perderán sus puestos de trabajo", se lamentó.
