Pablo Goldin, director de Macroview, dice que tanto Sergio Massa como Javier Milei están fogoneando la crisis económica. "El barco está en la deriva y sin ancla, y dos candidatos están haciendo casi todo lo posible para que nos choquemos contra un iceberg", advierte. Dice que hoy hay el doble de pesos que cuando se hizo la convertibilidad y que forzar una dolarización "de prepo" generaría más licuación pesos, brecha e inflación.
Massa tiene nueve ruedas operativas hasta las elecciones para que no le explote todo. ¿Llega?
Nosotros sabíamos que el barco estaba al garete, el barco a la economía. Eso ya lo sabíamos desde hace muchos meses y aquí vamos a tener una transición donde en esos momentos el barco está sin timón, sin gobierno, sin ancla y anda a la deriva. Como te lleva la corriente, el barco va. Ahora, además de todo eso que ya sabíamos hace muchos meses, el Banco Central sin reservas, el Fondo Monetario fuera de la película, la tasa de inflación alta, etcétera. Y justamente aparecen dos candidatos de los tres principales que compiten el 22 de octubre, dos tripulantes del barco, que además de que el barco está en la deriva y sin ancla, están haciendo casi todo lo posible para que nos choquemos contra un iceberg. Para que el barco se mueva todavía mucho más de lo que se tenía que mover. Uno, el candidato a presidente oficialista que está al mismo tiempo en el Ministerio de Economía, haciendo la antítesis de lo que haría un ministro de Economía en estas circunstancias. Los ministros de Economía que tienen que transitar por estos meses preelectorales, política y económicamente tan delicados, tratan de poner paño frío, de hacer la plancha, de tratar de llegar, de anestesiar todo como para tratar de llegar a entregar el mando sin volcar en el camino. ¿Qué hizo este candidato ministro? Todo lo contrario.
El famoso "plan platita" que ahora está completamente licuado...
Desordenó más los números fiscales, desordenó más los números monetarios, desordenó más los números cambiarios, etcétera, en pos de juntar un poco más de votos para llegar a la segunda vuelta. Y tenemos el otro candidato, de los otros dos que quedan en la oposición, hay un candidato que está diciendo, no sé si voluntariamente o involuntariamente, está diciendo que cuanto más alto esté el dólar, más fácil va a ser aplicar su programa de dolarización. Entonces, entre que el barco ya estaba a la deriva, estos dos tripulantes están tratando de hacer lo posible como para que esto se mueva mucho más. O sea, la verdad que no es llamativo, ni sorpresivo, que el dólar esté donde esté, que la inflación esté donde esté, porque ya hemos pasado las transiciones muy complicadas, y esta pinta la más complicada de todas.
¿Es el juego de a quién le explota primero la bomba?
Yo pienso que no están haciendo las cosas a propósito, me da la impresión, qué sé yo, habría que pensar ya mal de la gente, creyendo que están tratando de empeorar las cosas para después algún día las cosas mejoren. Qué sé yo, a mí me cuesta pensar eso, pero a mí el otro día estaba haciendo este número que creo que viene al caso, porque la dolarización es primo hermano de la convertibilidad, más o menos son las mismas familias. Lo que vos tenés que lograr en el punto de partida es que haya una cantidad de pesos en la economía que empalme con la cantidad de reservas o de dólares que hay en el Banco Central y a partir de ahí salir para adelante. En el famoso "1 a 1", el primero de abril del año '91, la cantidad de plata, de pesos que había en la calle, traído a hoy, era la mitad de lo que hay actualmente. O sea, el circulante, la plata en los bolsillos de la gente, todavía tendría que ser la mitad de la que es hoy como para que equipararlo a como fue el arranque de la convertibilidad en el año '91.
¿Es más difícil ahora que en los '90?
Después de la híper del '89 con la licuación, después de la híper del '90 con Menem, después del Plan Bonex que se hizo a finales del '89, recién ahí, después de todas esas licuaciones, se logró una cantidad de pesos en la calle nula, cuasi nula. La economía estaba totalmente seca, como para recién ahí tener una cantidad mínima de reservas internacionales en el Banco Central, que en ese entonces eran apenas US$ 4.000 millones para poder hacer el empalme con el 1 a 1 de la convertibilidad. Y de ahí para adelante arrancó el tema del 1 a 1 que terminó siendo exitoso, pero la preparatoria fue durísima. Hoy para colmo ni siquiera hay dólares, porque las reservas del Banco Central son cero, negativas, entonces todavía es más difícil. Pero bueno, es complicado toda esta historia. Y del otro lado, está Massa que subestima el desorden macroeconómico, lo subestima, como todo este gobierno siempre lo subestimó. Ponen las últimas fichas para tirar un poco más de plata, a ver si consiguen algún voto en el conurbano bonaerense, y bueno, y ahora estamos en este baile.
Entonces no ves viable una dolarización en estas condiciones.
Yo creo que como consultor la chance de que en este momento en las actuales condiciones políticas y económicas de Argentina y con este Banco Central que tenemos hoy lleno de pasivos en pesos y vacío de dólares en el activo, la chance de una dolarización ordenada de la economía, con ingenierías financieras que logren atraer dólares para que nos presten para poder empezar a empardar esa balanza entre el plato de los pesos y el plato de los dólares, es cero. O sea, la chance hoy en Argentina de hacer un proceso ordenado de dolarización o de convertibilidad o como vos quieras llamarlo es cero. Y si uno se empeña y persiste en la idea, bueno, posiblemente vas a terminar en procesos de dolarización o de ese estilo de políticas económicas desordenadas. Desordenado es inflación, licuación, devaluación, hacerlo a la fuerza como para que algún día después de una sangría tengamos una cantidad equis de dólares en el Banco Central que se banquen la cantidad de pesos que hay en la economía y arrancar de cero. Eso es altamente costoso.
¿Cómo sigue la brecha cambiaria y el dólar sin anclas a semanas de las elecciones y en medio de una inflación que se va a acelerar?
Hoy no tenemos ningún factor exógeno que nos pueda ayudar, el Fondo ya está fuera de juego, y Massa está, no va a haber otro cambio de ministro. O sea que lo único que tenemos cerca para ver si la brecha se descomprime un poco, sería el resultado electoral. Sería el 22 de octubre, o el 19 de noviembre, en todo caso, a ver qué tipo de resultado sale. Puede ser uno mejor que descomprima un poco o al revés, puede ser un resultado que complique mucho más. Así que, este es un escenario diferente a los demás, porque siempre la brecha en algún momento después bajó rápido, bastante rápido, y ahora no sabemos cómo sigue esta película. Por supuesto que en la inflación va a tener repercusiones. Nosotros después de agosto y septiembre sabíamos que después del salto cambiario iba a haber inflaciones de dos dígitos mensuales. Octubre nos venía un poquito más tranquilo cuando empezamos a medirla, pero claro, ahora con todo este lío de la brecha y el dólar a $1.000, obviamente va a estar contaminado y excluido. Estamos con tasas de inflaciones de dos dígitos mensuales, no necesariamente tienen que ser dos dígitos mensuales que se van exponenciando, que van duplicándose o creciendo con el tiempo, pero claro, si todo hacemos mal, si todos hacen todo mal, la macro está mal, la política está mal, y los candidatos hacen todo mal, las cosas siempre pueden ir peor.
