El Gobierno decidió poner el pie en el acelerador y terminó de definir los detalles de su paquete de medidas fiscales. El texto incluye cambios en Ganancias, Monotributo y un blanqueo de capitales.
La idea es mejorar aspectos que fueron reformados durante la gestión de Alberto Fernández, que respondieron a factores políticos, como la eximición de los empleados en Ganancias o el incremento de la carga tributaria en los gravámenes patrimoniales.
Precisamente, la propuesta también incluye un nuevo marco normativo para el Impuesto sobre los Bienes Personales. En líneas generales, mejora la estructura actual y propone una baja gradual para los próximos años.
Las claves de la iniciativa
En primer lugar, unifica los bienes del exterior con los de Argentina (actualmente hay un tratamiento diferencial) y establece nuevas alícuotas, cuyo valor máximo irá reduciéndose a lo largo de los próximos años.
En efecto, el monto mayor será de 1,5% en 2023, pero irá reduciéndose un 0,25% por año, hasta terminar en una alícuota única de 0,25% del período fiscal 2027 en adelante.
También se genera una fuerte suba del piso, al dejarlo en $100 millones, con el detalle de que las propiedades destinadas a casa-habitación de hasta $350 millones quedarán excluidas de la base imponible.
Por último, habrá una reducción por 5 años (2023 al 2026) del 0,25% en la alícuota a aquellos contribuyentes que hayan cumplido con el pago del impuesto entre los períodos 2020 al 2022.
Pago adelantado
Por otro lado, crea un régimen especial que permanecerá vigente hasta el 31 de diciembre de 2027, que permite unificar el pago de 5 períodos en una cuota con una alícuota reducida.
Para definir la base imponible deberá sumar los bienes considerados alcanzados y multiplicar el resultado por 5. En caso de que los bienes hubiesen sido declarados por medio del blanqueo, el monto deberá multiplicarse por 4.
Un detalle importante: el mecanismo para definir el valor de los activos será el que fije el régimen de exteriorización, por lo que la base imponible será considerablemente mayor.
Las alícuotas serán diferentes en caso de que el contribuyente haya optado por exteriorizar activos, ya que aplicará una alícuota de 0,5% (mientras que si no lo hizo, deberá realizar el cálculo con una del 0,45%).
Quienes adhieran a este régimen especial estarán excluidos de toda obligación bajo las normas del Impuesto sobre los Bienes Personales para los períodos fiscales 2023 al 2027.
Esto incluye la obligación de presentación de declaraciones juradas, de calcular la base imponible, de determinar el impuesto, de pagar el impuesto o sus anticipos o pagos a cuenta y de toda otra obligación relacionada con el impuesto.
Además, se encontrarán excluidos del pago de todo otro tributo nacional que se aplique sobre el patrimonio del contribuyente que pudiera crearse durante dichos períodos fiscales, sin importar su denominación.
¿Escudo tributario?
Quienes opten por esta alternativa gozarán de estabilidad fiscal hasta el año 2038 respecto de Bienes Personales y de todo otro tributo nacional (cualquiera fuera su denominación) que se cree.
Es decir, que quedarán indemnes ante un nuevo impuesto que tenga como objeto gravar todos o cualquier activo del contribuyente, por lo que no podrán ver incrementada su carga fiscal por tributos patrimoniales.
Si bien la inclusión de este beneficio en el texto de la propuesta es muy importante, dado que apunta a garantizarlo por Ley, lo cierto es que es relativo el efecto que tendrá de cara a los próximos años.
Es que, si en el futuro cambia la composición del Congreso, puede suceder que esta norma sea derogada y, por lo tanto, pierda toda validez. Algo que sucedió en el pasado no tan lejano con la reforma impulsada por Alberto Fernández.
Ahora todo quedará en manos de los diputados y senadores, que deberán decidir si aprueban el paquete de medidas fiscales sin cambios o introducen alguna modificación al texto presentado.
