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Argentina fuera de la agenda externa del Mercosur: desacertado e inoportuno

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28 abril de 2020

Por Rosario Campos (*) y Romina Gayá (**)

 

Argentina informó el 24 de abril que se retira de las negociaciones externas del Mercosur. Por un lado, ello implica que sale de la mesa de negociaciones en curso (Canadá, Corea del Sur, Singapur y Líbano) y que libera a los demás socios (Brasil, Paraguay y Uruguay) para continuar con una estrategia de mayor vigor a la agenda externa del bloque. Cabe resaltar que esta decisión no significa hoy ni la suspensión ni la salida de Argentina del Mercosur. A su vez, de acuerdo con lo informado por la Cancillería de Uruguay, no afecta los acuerdos concluidos con la Unión Europea ni con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), que se encuentran en etapa de revisión legal para luego ser firmados y remitidos a los Parlamentos para su ratificación. No obstante, la reciente jugada argentina permite vislumbrar que no habrá interés en lo inmediato en concretar los pasos necesarios para la entrada en vigor de estos dos acuerdos.

El argumento oficial de Argentina para no participar de la mesa de negociaciones externas del Mercosur ha sido la preservación de la producción, las empresas y empleo en Argentina, que podrían verse perjudicadas por nuevos acuerdos comerciales. Sin embargo, la decisión de abandonar la mesa de negociaciones es desacertada e inoportuna por tres motivos fundamentales.

Primero, 80% de las importaciones argentinas corresponde a bienes de capital, insumos intermedios y piezas y accesorios, las cuales son esenciales para el desarrollo de la producción nacional. Así, pues, las restricciones a las importaciones incrementan los costos y vuelven menos competitiva a la producción argentina.

Segundo, Argentina es una economía pequeña (representa apenas 0,7% del PIB mundial) y su participación en el comercio internacional -exportaciones e importaciones- es aún más baja (0,3%). Esta escala limitada hace que pocas actividades puedan ser eficientes si solo se destinan al mercado interno, por lo cual resulta crucial insertarse internacionalmente. Retirarse de las negociaciones comerciales no permite abrir nuevos mercados para las exportaciones argentinas. Algunos sectores donde Argentina es más competitiva se encuentran altamente protegidos en los principales mercados del mundo, excepto para los países que cuentan con acceso preferencial en el marco de acuerdos de libre comercio. Esto hace que, por ejemplo, los productos agroindustriales argentinos se sitúen en desventaja frente a los de otros competidores con una mayor red de acuerdos como Canadá, Australia, Chile, Nueva Zelanda, entre otros. Los restantes países del Mercosur podrían sumarse a este grupo si concretaran nuevos acuerdos sin la participación de Argentina.

Tercero, dado que Argentina cuenta con muy pocos acuerdos comerciales, el Mercosur es el principal destino -en muchos casos el único- de las exportaciones argentinas de productos manufactureros (principalmente de la industria automotriz) y de algunos agroindustriales (por ejemplo, trigo). En gran medida, el posicionamiento argentino en el mercado regional se ampara en la ventaja que tienen los productos nacionales que ingresan sin arancel y compiten con importaciones de terceros países gravadas por aranceles más elevados. La firma de acuerdos comerciales por parte de Brasil, Paraguay y Uruguay con socios de extrazona significará una pérdida de preferencias en el mercado regional, especialmente en Brasil, que absorbe 16% de las exportaciones argentinas.

Las políticas con sesgo antiexportador (como los aranceles altos y otras restricciones a las importaciones que son necesarias para la producción que se vende al mundo, los derechos de exportación y la brecha entre el tipo de cambio de mercado y el oficial al cual se liquidan las ventas al exterior) ya están impactando negativamente en el desempeño exportador argentino en los primeros meses de 2020, tal como ocurrió en el período 2011-2015. Las importaciones, por su parte, cumplieron en marzo 20 meses de caída interanual. La recesión internacional y local no harán más que profundizar la contracción del comercio exterior.

Una estrategia de crecimiento económico sostenido para Argentina requiere impulsar tanto las exportaciones como las importaciones. En ese marco, los acuerdos comerciales constituyen una herramienta más para mejorar la inserción internacional. Abandonar las negociaciones externas del Mercosur solo conducirá a una situación de mayor debilidad económica y a un deterioro de la inserción de Argentina tanto en el Mercosur como en el escenario internacional.

(*) Economista, especialista en comercio e inserción internacional, macroeconomía y agroindustria

(**) Economista, consultora en temas de comercio internacional y economía del conocimiento. Investigadora del Centro de IDeAs de la UNSAM y del Instituto de Investigación en Ciencias Económicas y Empresariales de la USAL

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