Bitcoin es la criptomoneda más famosa. Por este motivo, quienes no conocen el ecosistema cripto en profundidad, han hecho extensiva esa característica a todas las criptomonedas, sin hacer una salvedad justa: las stablecoins, tokens cuyo valor está programado para establecerse casi idéntico al de otro activo.
Por ejemplo, existen stablecoins atadas al valor de divisas nacionales, como el dólar norteamericano o el sol peruano, por caso; a materiales preciosos, como el oro, e incluso a materias primas como el barril de petróleo o la tonelada de cereales; bienes raíces como inmuebles; otras criptomonedas, etcétera
Las stablecoins se crearon para brindar una alternativa frente a la volatilidad de los precios de otras criptomonedas, tales como la ya mencionada Bitcoin, o Ether, segunda en términos de popularidad dentro del ecosistema cripto.
Ese valor al que una stablecoin está anclado (llamado colateral) funciona como respaldo al modo de garantía: si el valor de una stablecoin variara, por ejemplo, subiera, su colateral bajaría para conservar la paridad; y lo mismo sucedería si se diera el caso inverso.
Esta cualidad las torna óptimas para realizar transacciones diarias y contratos inteligentes sin preocuparse por cambios drásticos en su valor.
Además, es importante destacar que las stablecoins pueden ser emitidas por entidades tanto centralizadas como descentralizadas. Las primeras son respaldadas y emitidas por una entidad como una empresa, mientras que las segundas se basan en tecnologías blockchain descentralizadas para su emisión y control.
Federico Ogue, CEO de Buenbit, explica que "a pesar de su diseño para brindar estabilidad, es crucial recordar que cualquier inversión conlleva riesgos potenciales, incluidas las stablecoins, y los usuarios deben comprender plenamente su funcionamiento y riesgos antes de utilizarlas con cualquier propósito".
¿Cuántos argentinos compraron alguna vez criptomonedas para ahorrar o invertir?
De acuerdo con una reciente encuesta, una buena porción de los argentinos elige ahorrar y/o invertir con criptomonedas. Los objetivos son varios, pero los principales son ganarle a la inflación, evitar el ahorro en pesos y acceder de otra forma a divisas que se mantengan en línea con el dólar. Esto se infiere del estudio de Americas Market Intelligence (AMI), basado en 2.400 encuestas realizadas a usuarios de teléfonos inteligentes de Argentina, México, Perú, Brasil, Colombia y Chile, durante noviembre de 2022.
Fintechs como Buenbit permiten comprar stablecoins y ponerlas a rendir con un funcionamiento similar al de un plazo fijo, pero con diversas ventajas
En el caso concreto de la Argentina, el 17% de los adultos compró criptomonedas, con foco en stablecoins, como forma de ahorro o inversión, frente al 12% que lo había hecho hace un año. Esto posiciona al país en términos de penetración de criptoactivos por sobre Brasil y Colombia (14%), México (9%), Chile (8%) y Perú (7%).
La clave de las stablecoins
Ogue explica: "Tengamos siempre presente que una inversión, para ser tal, y no ser un mero ahorro, tiene que generar más valor que lo que uno adquiere".
Es decir, si una persona solo comprara stablecoins -anclada al valor del dólar- no estaría realizando una inversión, sino, más bien, dolarizando sus ahorros, lo cual, en principio, no es una herramienta menor en términos financieros.
Sin embargo, fintechs como Buenbit permiten comprar stablecoins y ponerlas a rendir con un funcionamiento similar al de un plazo fijo, pero con diversas ventajas: no existen máximos ni mínimos, tienen operabilidad 24/7, los rendimientos tienden a ser superiores a los de aquel y se acreditan de forma diaria, y sobre todo, el usuario decide cuándo retirar su dinero, sin necesidad de estar atado a un período determinado.
En nuestra región, las stablecoins más atractivas son las ancladas al valor del dólar, como DAI, USDT y USDC. Esto se explica por las razones obvias vinculadas con la inflación y la devaluación de la moneda local.
Además, las stablecoins son ideales para garantizar la estabilidad de un portafolio de inversión diversificado, más allá del riesgo que esté dispuesto a asumir su tenedor. Por ejemplo, este puede invertir una porción en criptomonedas volátiles, como bitcoin; otra parte puede destinarla a bienes raíces, etc., pero con una base sólida que le brinda el respaldo de las estables, que, en adición, pueden generar rendimientos diarios.
En conclusión, a la hora de adquirir una stablecoin, al igual que cualquier otro activo, es importante informarse acerca de su funcionamiento, capitalización de mercado, circulante, exchanges en los que se encuentra listada, historial respecto de la paridad. Y otro punto de suma importancia es entender si se encuentra regulada en alguna jurisdicción o si es una alternativa descentralizada.
