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¿Son dinero las criptomonedas?

El dinero, tanto como “cosa” o “deuda”, hace que nuestra vida sea más simple. Definitivamente puede funcionar sobre la tecnología de las criptomonedas y, gracias a estas, las posibilidades, que muchos damos por sentado, están cada vez más al alcance de todos.

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Gonzalo Martínez Mosquera 26 febrero de 2020

 Por Gonzalo Martínez Mosquera (h) Embajador de Algorand en Argentina

Según el historiador Yuval Noah Harari, los homo sapiens logramos dominar la tierra gracias a nuestra posibilidad de generar “ficciones” que nos permiten organizarnos en grandes números y de manera flexible. Ejemplos de estas ficciones son las personas jurídicas, las marcas, los países?y el dinero. Esta última ficción es una la que permite la coordinación comercial entre personas que no se conocen a escala global.

Una pregunta recurrente en el mundo de las criptomonedas es si éstas son o pueden llegar a ser dinero. Para responder esta pregunta, es importante entender que existen dos teorías preponderantes que intentan responder qué es el dinero y como fueron sus orígenes. La primera es la teoría clásica, que dice que el dinero es una “cosa” y la otra es la que dice que en realidad el dinero es y fue siempre una deuda.

El dinero como “cosa”

La teoría clásica (Aristóteles, John Locke y Adam Smith, entre otros) dice que el dinero es una “cosa”. Según la misma, originalmente los seres humanos comerciamos en base al trueque. Este tipo de transacciones no era eficiente debido principalmente al problema de la doble coincidencia, según la cual, si alguien necesitara por ejemplo intercambiar un par de pescados por un poco de leña tendría que encontrar alguien que quisiera hacer exactamente el mismo intercambio en el sentido inverso y en el mismo momento. Para evitar este problema, la sociedad habría elegido un bien que funcionase a la vez como medio de intercambio y unidad de cuenta.

A medida que fue pasando el tiempo ese instrumento elegido fue evolucionando para terminar en metales como el oro y la plata que por sus características intrínsecas resultaban mucho más convenientes para ser utilizadas como dinero.

El dinero como “deuda”

Pero hay otra parte de la biblioteca que afirma que aquella teoría no tiene un verdadero sustento arqueológico, está fundada sólo en derivaciones lógicas y supuestos y que, incluso, no hace al sentido común (ver Mitchell-Innes1913 y 1914, Félix Martín 2014 y David Graeber 2011).

De acuerdo a esta segunda teoría, el dinero es y siempre fue una deuda. Supongamos que alguien vendiera un bien o servicio a otro y este otro quedara en “deuda” con aquél. El que transfirió el bien o prestó el servicio tendría una acreencia a su favor, un activo. Si el deudor tuviera buena reputación social (tuviera “crédito”), esa deuda podría ser transferida para la compra de otros bienes y servicios. Esa deuda se habría convertido, de esa manera, en dinero.

Poco a poco habrían ido apareciendo especialistas para “unir las puntas” entre gente que quisiera acumular créditos y gente que necesitara endeudarse. A estos especialistas, hoy los llamamos bancos. Cuando un banco otorga un préstamo está, de hecho, creando dinero en la forma de deudas contra sí mismo, la famosa creación secundaria de dinero.

Las monedas, los billetes, el dinero electrónico, etcétera, serían, de acuerdo a esta teoría, nada más que instrumentos que se usan (y usaron) para representar y/o saldar esas deudas. Pero la esencia del dinero sería en realidad algo etéreo y lo que cambia sería simplemente la forma que toma el mismo.

¿Cuál es la diferencia?

La diferencia fundamental entre las dos teorías es que en un caso se podría determinar la cantidad de dinero y en el otro no. En el caso del dinero como “cosa”, si uno mantiene fija la emisión estaría controlando la cantidad de dinero con el fin último de que la inflación no deteriore el poder adquisitivo del dueño del mismo, y en cambio, en el caso del dinero como “deuda” la cantidad de dinero se vuelve exógena y no puede ser tan fácilmente controlada.

¿Y las criptomonedas?

Si uno conoce algo de criptomonedas, habrá advertido ya que el bitcoin está diseñado en base a la teoría del dinero como “cosa”.

La velocidad de emisión de nuevos bitcoins está predefinida en su código y tiene un límite en 21 millones que nadie puede alterar (al momento de escribir esta nota ya se emitieron más de 18 millones). Esta es una de las bases fundamentales para entender la filosofía monetaria detrás de esta criptomoneda.

Aquel debate respecto al origen y la esencia del dinero llegó incluso al mundo de las criptomonedas y parecería estar configurándose dos tribunas; por un lado los entusiastas del bitcoin, que obviamente se inclinan mayormente por la teoría del dinero como cosa, y los entusiastas de Ethereum que aparentemente respaldan la teoría del dinero como una “deuda”. Vitalik Buterin (Fundador de Ethereum), de hecho, se definió por la teoría de la deuda con un tweet del 3 de abril de 2018 dirigido a los bitcoiners donde recomendó el libro “Deuda” de David Graeber (2011) mencionado más arriba.

Tanto las teorías del dinero como “cosa” como la teoría del dinero como “deuda” necesitan de algún instrumento para funcionar. En el primer caso, el instrumento vendría a ser el dinero en sí mismo y en el segundo, sería el mecanismo a través del cual se representa, transmite y guarda esa deuda.

Hoy, el dinero tiende a desaparecer en forma física. Salvo honrosas excepciones como en nuestro país, Argentina, el dinero se empieza a manejar, casi exclusivamente, en archivos digitales centralizados manejados por bancos bancos centrales y bancos comerciales.

Las criptomonedas son exactamente eso, archivos, sólo que a diferencia de los mencionados en el párrafo anterior, son descentralizados. Que sean descentralizados implica que no hay un ente central (valga la redundancia) que pueda definir quien usa o deja de usar los archivos. Miles de computadoras tienen una copia del mismo y nadie tiene el poder para cambiarlo a piacere..

Más allá de si el dinero es una “cosa” o es una “deuda”, lo importante es saber que el mismo puede funcionar sobre la tecnología que manejan las criptomonedas. De la misma manera que hoy el dinero se maneja en archivos digitales centralizados, la criptomoneda podría ser perfectamente el archivo donde el dinero se guarde y se transfiera.

Las famosas stablecoins

El caso más exitoso de uso de las criptomonedas como dinero transaccional son claramente las famosas stablecoins. Las stablecoins, como su nombre lo indica, son criptomonedas que buscan tener estabilidad de precios y para eso, suelen “pegar” su valor a una moneda estable como el dólar, el euro u otras.

Hoy por hoy, la stablecoin con mayor relevancia en el mercado se llama Tether. De acuerdo con https://coinmarketcap.com/, Tether tiene un circulante de más de 4.500 millones de Tethers. Eso querría decir que hay más de US$ 4.500 millones denominados en la forma de “Tethers” circulando por el mundo siendo Asia la región donde mayor uso registraría, según los analistas. Básicamente, lo que hace Tether es respaldar cada token (cada Tether) con la misma cantidad de dólares, euros o yuanes, según corresponda, en cuentas bancarias. La propiedad y transferencia de esos tokens, en vez de ser manejados en archivos centralizados en bancos centrales o comerciales, ocurre en archivos descentralizados manejados por la tecnología detrás de las criptomonedas.

Las microtransacciones

Hasta ahora Tether funciona en varios registros descentralizados. El principal es Ethereum que reúne aproximadamente el 50% del circulante emitido. El desafío actual de esta red, sin embargo, es la escalabilidad. La tecnología sobre la cual funciona se llama “Proof of Work” (la misma que usa bitcoin) y en caso que el uso de la plataforma creciera demasiado, la estructura podría no dar abasto, lo cual generaría una demora importante y un alto costo de transacciones. Es por esta razón que esta tecnología no hace posible la realización de microtransacciones debido al alto costo en que se incurriría por pago realizado.

A comienzos de este año, tether comenzó a funcionar sobre otra criptomoneda llamada algorand. Algorand es una criptomoneda que, al contrario del bitcoin y el ethereum, utiliza una tecnología llamada “Pure Proof of Stake”. La misma fue desarrollada por el premio Turing Silvio Micali y fue lanzada en Junio del 2019. Esta plataforma permite operaciones descentralizadas a un costo mínimo, una velocidad muy alta y una gran escalabilidad.

De acuerdo con la revista Coindesk (probablemente la más importante a nivel mundial en lo que a criptomonedas se refiere), Algorand le va a permitir a tether ingresar en el mundo de los micropagos: “Los usuarios de tether ganaran tiempos de confirmación veloces (debajo de los cuatro segundos) y bajas comisiones, lo que permitirá la realización de micropagos”.

Los stablecoins para no bancarizados

Quien vive en un país desarrollado y con una moneda estable suele dar por sentado la posibilidad de pagar por las cosas de manera digital, sin la necesidad de usar cash (con todos los riesgos que ello implica) y sin miedo a que la inflación le reduzca sus ahorros en poco tiempo. Sin embargo, se calcula que aproximadamente 2.000 millones de personas en el mundo siquiera tienen cuentas bancarias y están muy lejos de aquella realidad. Para ellos, realizar pagos suele acarrear grandes costos transaccionales que, sumadas a la alta inflación que suelen sufrir, deteriora su ya limitado poder de compra. La llegada de Algorand al mundo de las stablecoins y su posibilidad de realizar microtransacciones de manera segura y a bajo costo, probablemente les dé un nuevo impulso que permita llegar a toda esa gente con una herramienta de ahorros y pagos confiable y eficiente, compitiendo a gran escala con las plataformas centralizadas tradicionales.

El dinero, tanto como “cosa” o como “deuda”, hace que nuestra vida sea más simple. Definitivamente puede funcionar sobre la tecnología de las criptomonedas y, gracias a estas, las posibilidades, que muchos damos por sentado, están cada vez más al alcance de todos.

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