El actual contexto de falta de divisas para poder importar tanto insumos, piezas como materia prima dificulta el normal funcionamiento de muchas de las empresas que producen localmente y la industria automotriz no es la excepción.
En los últimos días esto se fue agudizando, ya habíamos mencionado que Renault tuvo que parar momentáneamente en Fábrica Santa Isabel en Córdoba, y ahora hizo lo propio General Motors en su Complejo de General Alvear, Santa Fe.
Ahí se fabrican dos modelos, el Chevrolet Cruze (hasta fin de año) y desde el año pasado la Chevrolet Tracker, modelo que también se exporta a distintos mercados de la región como Colombia y Brasil.
"La planta de GM en Rosario interrumpió temporalmente su producción esta semana por un problema en la cadena de suministro de varios proveedores", señaló la automotriz en un statement que le compartió a El Economista. "La producción será reanudada tan pronto se reciban las piezas de los proveedores afectados", agrega.
La liberación de certificados para importar -denominados SIRAs, sigla de Sistema de Importaciones de la República Argentina- acordado hace algunas semanas con el Gobierno Nacional no solucionó el problema de fondo porque el no disponer de los dólares sigue siendo una dificultad para poder pagarle en la divisa estadounidense a los proveedores extranjeros.
Cabe recordar que entre enero y septiembre, la producción nacional de vehículos alcanzó las 465.236 unidades, 18,1% más que en el mismo período de 2022, según informó la asociación de fabricantes Adefa.
Las cifras de septiembre evidenciaron una mejora en la comparativa interanual del 8,7% pero -al mismo tiempo- una caída del 10,6% respecto de agosto último.
