Retenciones, Covid-19 y sequía: duro final para la cosecha sojera

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12-03-2020
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La producción de soja cayó a 51,5 millones de toneladas, informó ayer la Bolsa de Cereales de Rosario. “Con 23 días sin lluvias importantes, la oleaginosa pierde 6,3% de volumen”, agregaron. Las lluvias de ayer no fueron suficientes poco y, sobre todo, demasiado tarde.

“Queda detrás la posibilidad de alcanzar 55 millones de toneladas como se estimaba en febrero. El ciclo de la soja volvió a sufrir un revés en las condiciones climáticas y a partir de la tercera semana de febrero afrontó condiciones extremadamente secas. Con suelos que se han quedado sin reservas en los casos de soja de segunda, este ha sido el cultivo más afectado. Se estima que la falta de agua malogrará 510 millones de hectáreas, que en gran medida se trata de cuadros de sojas de segunda. Tras el crecimiento del área triguera, la soja de segunda ocupa este año casi 5,6 millones de hectáreas, o sea, el 32% de las 17,3 millones que ocupó la oleaginosa en Argentina. Por eso, la caída de rindes se hace sentir sobre los promedios, sobre todo en la franja este de Argentina, ya que en buena parte de la región pampeana se estiman rindes en soja de segunda que podrían quedar por debajo de los 15 a 25 quintales por hectárea. Con este nuevo panorama, el rinde nacional promediaría 30,7 quintales, 1,7 menos que en el informe anterior”, dijeron desde la BCR.

A nivel provincial, las caídas en los rindes en soja que se reflejan en este último mes son graves. Santa Fe perdió casi 3 quintales y pasa a 34,3. En gran parte, el impacto está dado por el daño que han sufrido los cultivos en el sudeste provincial. Entre Ríos retrocede en 4 quintales y obtendría 23 y La Pampa, 4,1. “Pero en términos de volumen, la mayor caída de la oleaginosa está en Buenos Aires donde se recorta 1,13 millones de toneladas y en Santa Fe, con un descuento de 1 millón respecto a lo estimado en febrero. Córdoba les sigue con una pérdida de 660.000 toneladas”, agregaron en la BCR.

El buen dato es que la cosecha triguera se sostiene en 50 millones de toneladas. “La cosecha de los lotes tempranos arroja muy buenas cifras que podrían compensar las pérdidas de los tardíos”, dijeron en la BCR.

En otro informe, la BCR analizó el impacto del Covid-19 en el mercado de commodities. “El coronavirus suma presión bajista a los precios ya resentidos a partir de la disputa arancelaria entre Estados Unidos y China y a la Peste Porcina Africana.

En lo que va del año, el índice de productos agrícolas elaborado por S&P cayó 16% fundamentado en la menor demanda proyectada de productos agrícolas tanto para consumo humano directo como para para forraje animal. La menor actividad económica global que se espera para este año se verá reflejada en menores ingresos que recortaran y/o modificarán el consumo de alimentos, a la vez que caería la demanda de aceites vegetales y maíz para la producción de biocombustibles”, agregaron.

Con China y Brasil resfriados, “a lo que se suma la caída de precios que vienen mostrando en el mercado externo las commodities agrícolas, principal complejo exportador argentino, se comprende que el impacto por esta vía puede ser notable”.

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