El lunes pasado, el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) llevó a cabo su Experiencia Agroindustria 2023 en la ciudad de Rosario. A esta edición, titulada "Argentinos, volvámonos a ilusionar", asistieron unas 350 personas ligadas al campo. Empresarios, especialistas en cambio climático, economistas y políticos expusieron sus visiones sobre el sector, los desafíos que se le presentan y las expectativas a futuro. A pocos días de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), el encuentro también concentró críticas a la gestión actual y pedidos dirigidos al Gobierno que asumirá en diciembre.
Gonzalo Ramírez Martiarena, fundador y director ejecutivo de Swiss Pampa, inversora que financia proyectos de start-ups y pequeñas empresas abocadas a la agricultura y producción de alimentos, en un análisis del contexto internacional aseguró: "Mientras el mundo ve un dólar que se debilita y que les permite a los importadores tener acceso a commodities más baratos, en la Argentina estamos viendo el corto plazo y qué es lo que sucede con la diversidad de tipos de cambios que tenemos. La tasa de interés más alta genera que el acceso al crédito sea más complicado y que, en general, el productor agropecuario, que en el pasado optaba por sentarse sobre su mercadería cuando no le gustaba el precio, ahora tenga que pensarlo varias veces porque eso cuesta".
Con respecto a la producción de soja en Argentina y Brasil, el empresario se mostró crítico de las retenciones: "Nosotros hemos estructuralmente cometido un error grave en los últimos años. Si le ponemos un número redondo a la soja de US$ 300 y la Argentina paga US$ 100 en concepto de impuesto a la exportación, Brasil tiene US$ 100 extra para ampliar la frontera agropecuaria y ser ineficiente en transporte y logística. Nosotros los hemos ayudado (a los brasileños) a lo largo del tiempo a expandirse como se han expandido a través de la aplicación de retenciones al agro. Esas son las cosas que me parece que no se ven en la discusión entre los que están en cargos públicos y los que manejan empresas desde el sector privado para ver qué impacto tiene esto en el largo plazo".
En cuanto a su visión a futuro, Ramírez Martiarena consideró que el cambio climático es uno de los desafíos más importantes y que la transición energética requiere del involucramiento de los Estados. En este sentido, enfatizó la "posibilidad espectacular" que tiene la Argentina de reconvertirse en productor de energía y, de la mano del gas, en productor de fertilizantes, a la vez que destacó la oportunidad que representa la agricultura regenerativa y sustentable a través del uso de biocombustibles.
"Es importante diferenciar la emergencia del corto plazo y la estrategia del largo plazo. Nosotros tenemos que seguir buscando agregar valor", afirmó el directivo. Finalmente, fue crítico de la gestión actual: "Ser capaces de producir en las condiciones que hemos producido [...] es casi magia. De una vez por todas, hay que ensamblar la visión de largo plazo de los privados y la necesidad del Estado. Tenemos que empezar a pensar un camino distinto. No podemos seguir así".
En el panel dedicado a cambio climático, el meteorólogo Mauricio Saldívar sostuvo: "Tenemos que prepararnos para enfrentar efectos sobre el clima que van a modificar la manera de producir. Somos acreedores ambientales de carbono y, muy probablemente, eso sea debido a la ganadería y las pasturas. Tenemos por delante una oportunidad de oro que hay que saber aprovechar. Podemos reducir las emisiones, mejorar nuestra producción y adaptarnos a los nuevos escenarios climáticos. Tenemos las herramientas. Es un mar de oportunidades lo que tenemos por delante".
Por su parte, el ingeniero agrónomo Emilio Satorre aseguró: "Nosotros cuando producimos y exportamos un grano no estamos exportando tan sólo las proteínas, los azúcares o los carbohidratos que ese grano tiene, estamos exportando allí minerales y, fundamentalmente, agua. Todo eso tiene un valor y tenemos que ser capaces de hacerlo en un sistema mucho más cerrado y menos dependiente de insumos externos para que asegure la sostenibilidad. Yo soy muy optimista".
Desde una perspectiva histórica, el Presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, sostuvo: "La Argentina tiene la bendición de que el tren pasó varias veces, lo dejamos pasar y vuelve a pasar. Hoy nos toca de vuelta estar en esa situación porque el mundo demanda lo que nosotros hacemos, no sólo alimentos sino también minería, energía y economía del conocimiento. Nosotros sabemos qué es lo que tenemos que hacer. Le pedimos a los que les toca mandar que nos den las condiciones para que eso suceda. Nada más".
Con respecto a la sequía histórica que afectó la campaña 2022-2023 del sector agroexportador, Pino aseveró: "El productor está harto de pagar. Harto de que no haya una política lógica. En condiciones que no son normales, como este año, hay productores que han pagado impuestos con quebranto. El Estado es el socio bobo, el socio que siempre saca, que no te pregunta cómo te va".
Finalmente, se manifestó en contra de toda retención: "¿Qué incentivo me da el Gobierno para que yo invierta y pueda producir más y mejor? Al campo, como sector, hay que ponerlo en el lugar que corresponde. Hay que hablar de los derechos de exportación. No se puede obviar más. Hay que dar previsibilidad. Hay producciones para las que el tipo de cambio es peor que un derecho de exportación. Las retenciones tienen que ser cero. ¿Cuántos países en el mundo tienen retenciones? Cuando vos le sacás la pata de encima al productor, lo que presenta el campo se potencia rapidísimo".
Del lado de la investigación y el desarrollo, Ignacio Bartolomé, director ejecutivo de Grupo Don Mario, aseguró que su empresa invierte fuertemente en biotecnología a pesar de que en la Argentina sólo el 30% de los productores pagan por el tipo de semillas que utilizan, contra 60% o 70% en países donde se respeta la propiedad intelectual. En este sentido, solicitó un marco regulatorio que proteja la propiedad intelectual para poder tener previsibilidad a la hora de invertir.
"El desarrollo de genética es un proceso largo. En menos de cuatro años es casi imposible sacar una variedad (de semilla) y cualquier inversión que hacés, desde que arrancás hasta que podés ver algo de retorno, son entre seis y ocho años. Se habla de la Ley de Semillas que hoy ya quedó vieja. La única forma en que alguien pueda invertir en hacer productos que utilicen esas tecnologías es que después esté seguro de que va a poder hacer algún negocio. Si no es imposible".
Aun así, se mostró optimista: "Se puede lograr competencia y competitividad a nivel global pero obviamente se requiere de mucho esfuerzo, mucho trabajo, mucho compromiso, una visión clara, mucha resiliencia para poder bancarse las turbulencias y un poco de suerte. Así como Messi nos pone en el mapa por el fútbol, que el agro nos pueda poner en el mapa por los desarrollos y la tecnología que creamos".
Por su parte, Ignacio Lartirigoyen, cofundador y presidente del grupo Lartirigoyen & Cía dedicado a los agronegocios, expresó una necesidad: "A los hacedores de políticas públicas, lo que más les pediría son reglas claras y previsibles. En los últimos diez años, hemos cambiado las reglas cada seis meses. Ni hablar en los últimos meses. El tema impositivo: nosotros liquidamos más de 70 impuestos. Es casi inadmisible que nuestra gente valiosa se dedique a ver cómo liquida impuestos, en vez de cómo nos dedicamos a generar valor. Eso no tiene valor agregado para el país. Tenemos que defendernos para que la gente pueda ver en el agro una oportunidad y podamos tener una migración de la ciudad al interior que me parece que es lo que está necesitando Argentina".
Los economistas
El panel de economistas, compuesto por Marina Dal Poggetto, directora ejecutiva de la consultora Eco Go, y por Hernán Lacunza, director de Empiria Consultores, hizo un diagnóstico de la situación actual.
Según Dal Poggetto, los principales problemas de la economía argentina hoy son la inflación, la "demasiado grosera" distorsión de precios relativos y la brecha cambiaria. "Los incentivos son muy perversos. Te sobran pesos que son la contracara de los pasivos remunerados del Banco Central. Hoy el déficit cuasifiscal es mucho más grande que el fiscal. Del otro lado, te faltan dólares. Cualquier programa económico requiere como condición necesaria empezar a recapitalizar el balance del Banco Central y cambiar los precios relativos", afirmó Dal Poggetto.
En términos fiscales, fue contundente: "Argentina tiene un sistema tributario y financiero pensado para un país sin inflación. Nos aprovechamos de esos sistemas y alguien se apropia de ese impuesto inflacionario".
Hernán Lacunza, por su parte, consideró que la política económica está "completamente desquiciada" y apuntó contra la falta de previsibilidad: "¿Cómo puede alguien del sector rural agropecuario, que es el motor productivo de la Argentina, proyectar a cuatro años el ciclo ganadero si no le podemos dar una respuesta más o menos consistente de acá a una semana de qué va a pasar con las reservas y su contracara que es el tipo de cambio?".
A su vez, sostuvo que se usaron mal los dólares y que el tipo de cambio "se atrasó deliberadamente porque sentirnos más ricos en dólares es popular". "El apotegma chino dice: 'en toda crisis hay una oportunidad'. La historia argentina de estos años es la capacidad de transformar todas las oportunidades en crisis. La soja estuvo en promedio a 500 y pico en los últimos cuatro años y tenemos reservas netas negativas. Qué cantidad de oportunidades malgastadas...Soy optimista a mediano plazo con una condición: no hacer más de lo mismo. Si no nos vamos a rifar el agro cómo nos lo venimos rifando, nos vamos rifar la cordillera de la minería y nos vamos a rifar la vaca muerta de la energía", aseguró el economista.
"La inflación, como la deuda, son consecuencias. Estamos todo el tiempo viendo si le ponemos más analgésicos o menos. El virus es el déficit. Es financiarlo con deuda o con inflación. La magia y la economía son cosas distintas. Para que haya previsibilidad, tiene que haber estabilidad. Si no baja el gasto, no se va a poder bajar los impuestos. Tenemos que salir de la trampa de hacer campaña con propuestas populistas de corto plazo. La consistencia es todo", concluyó Lacunza.
En el marco de un proceso electoral y de una situación económica sumamente delicada, sobre todo para un sector golpeado por una sequía histórica que derivó en pérdidas estimadas en unos US$ 20.000 millones, la Experiencia Agroindustria 2023 se caracterizó por reiterados pedidos de previsibilidad, simplificación del sistema tributario, corrección cambiaria y regulaciones claras para los productores agropecuarios.
El próximo encuentro organizado por IDEA, con una perspectiva general sobre la economía argentina, tendrá lugar con la 59° edición de su coloquio anual que se desarrollará del 4 al 6 de octubre en Mar del Plata.
Pocos días antes del balotaje que definirá al nuevo gobierno, empresarios, economistas y políticos se volverán a reunir para intercambiar ideas y propuestas asociadas a los desafíos que enfrentará la Argentina a corto, mediano y largo plazo.
