Los agentes especializados de la Dirección General de Aduanas, apostados en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, realizaban los controles de rutina cuando una ciudadana argentina proveniente de Miami llegó al puesto aduanero con tres valijas.
La mujer estaba algo nerviosa y se la notaba apurada por pasar el control de la Aduana.
Cuando el personal del organismo le realizó las preguntas habituales, la pasajera no pudo responder con claridad. Tras esta situación continuaron con un método no intrusivo de control: el escáner aduanero.
Cuando analizaron las imágenes observaron que en dos valijas había muchos bultos textiles iguales que llamaron poderosamente la atención de los guardas aduaneros. Al abrir el equipaje encontraron una gran cantidad de calzas de origen y procedencia extranjera mezcladas entre las pertenencias de la mujer.
Dada la cantidad de las prendas, se estima que tendrían fines comerciales. La maniobra realizada por la pasajera argentina significa una transgresión al Régimen de Equipaje del Código Aduanero.
Finalmente, los agentes aduaneros secuestraron las 200 prendas valuadas en US$ 950. La multa por la infracción sería de US$ 2.850.
