Los legisladores del PRO se levantaron de sus bancas durante el discurso de Alberto Fernández cuando afirmó que tenía que seguir adelante la investigación judicial contra los funcionarios del Gobierno anterior por haber contraído la deuda con el FMI.
Fue un acto antidemocrático de los representantes del PRO porque todos deben estar en el lugar en el que los colocó el voto popular: el Presidente abriendo las sesiones y los legisladores de la oposición sentados en sus bancas.
Pero además se trató de un error táctico. En lugar de que los medios hagan hincapié en la ausencia de Máximo Kirchner, todo el análisis político gira ahora sobre la actitud de los legisladores del PRO.
Finalmente, Fernández logró que se hable más de la división del bloque de Juntos por el Cambio que el del Frente de Todos. También es posible que con ese escenario tan propio de la grieta haya volcado a favor del acuerdo el apoyo de algunos legisladores del oficialismo que dudaban en aprobarlo.
Por otra parte, si bien el enojo de los legisladores del PRO es comprensible, la actitud que tomaron los colocó en la defensa irrestricta del Gobierno anterior que no es la mejor carta de presentación para competiré en las elecciones de 2023.
Pudo haber sido un error táctico o la demostración de una falta de liderazgo en el PRO. En cualquier caso de trata de un error del que sale parado dejando en evidencia las diferencias con sus socios.
