Los senadores que ingresarán el 10 de diciembre a la Cámara Alta prestarán juramento el martes 5 de diciembre, en tanto que la semana que viene se les dará el acuerdo formal a los pliegos de los nuevos legisladores en la Comisión de Asuntos Constitucionales.
El miércoles 29, el senador oficialista jujeño Guillermo Snopek reunirá a la Comisión para validar los diplomas de los senadores electos. Allí también deberan resolver quiénes serán las autoridades de ambas cámaras durante los próximos dos años.
En ese sentido, Cristina Fernández de Kirchner aceleró las negociaciones para impedir que la presidencia provisional del Senado, que representa el tercer lugar de la línea sucesoria del gobierno, sea ocupada por una figura cercana al presidente, Javier Milei. La vicepresidenta inició gestiones con partidos provinciales y con la UCR para elegir a alguien "de consenso" que no pertenezca a La Libertad Avanza.
El miércoles, luego de visitar a Cristina, la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel, dijo que Milei será quien defina a la persona que ocupe ese cargo, que tendrá además la función de reemplazarla en la conducción de las sesiones. Milei apuesta a una mayoría que intenta construir el senador de Juntos por el Cambio, Juan Carlos Romero, pero sus gestiones recién se iniciarían una vez definido el gabinete presidencial.
La vicepresidenta, mientras tanto, mantiene reuniones con su círculo de confianza en el Senado, que integran las autoridades del oficialismo: José Mayans, Anabel Fernández Sagasti y Juliana Di Tullio. El objetivo de las conversaciones es definir una estrategia de cara al próximo Congreso, y este viernes desecharon pedir la presidencia provisional para alguna de estas figuras.
Cámara de Diputados
En la Cámara Baja tampoco se definió quiénes serán las autoridades durante la próxima gestión. La disputa por la presidencia parece centrarse entre el schiarettista Florencio Randazzo, y Cristian Rittondo, jefe del bloque PRO.
Ambos nombres tienen incentivos para el cargo debido a la minoría que representa La Libertad Avanza en el Legislativo, que suma 38 votos.
Por un lado, el nombramiento de Randazzo sería una señal hacia el peronismo, pero también como "una muestra de autoridad" de parte del presidente electo que lo diferenciara de Mauricio Macri, quien habría sugerido el nombre de Rittondo.
Por el otro lado, el nombramiento del jefe del PRO funcionaría como ratificación del pacto con La Libertad Avanza. El PRO tendría más de 50 miembros, y podría garantizarle 40 de ellos para la alianza. Además, no elegirlo sería un mal comienzo en el parlamento para el acuerdo político realizado entre los referentes de ambos partidos.
