El perfil radicalizado y severamente crítico de Javier Milei lo llevó a la victoria en las elecciones primarias. Ese resultado empujó al economista a moderar algunas de sus propuestas, manteniendo sus principios para no perder a sus votantes.
"Así como está, el Estado no funciona", aseguró Milei. Insistió en la necesidad de una reforma estructural, con la que solo funcionarían ocho ministerios: Economía, Infraestructura, Relaciones Exteriores, Capital Humano, Seguridad, Justicia, Defensa e Interior.
En esa línea, el candidato de LLA ratificó su intención de aplicar un plan de ajustes asegurando que "es absolutamente necesario aplicar la motosierra". Pero Milei aclaró que ese programa no incluye el despido de todos los empleados de las áreas prescindibles: "Todos los cargos políticos sí se van; los que se quedan son los que son de carrera y los que trabajan de verdad".
Además, puntualizó: "Jamás dije que los problemas se arreglan en cinco minutos". En esa línea, explicó que los resultados no son instantáneos, sino que implican un "lapso de 25 a 45 años" para que Argentina "vuelva a ser una potencia".
También defendió su propuesta de dolarización, sosteniendo que el proceso "puede demandar dos años".
Respecto al resultado del 13 de agosto, el economista planteó que "los argentinos tomaron consciencia de que una Argentina distinta es imposible con los mismos de siempre". Agregó que los votos en favor suyo "son una forma de canalizar el 'que se vayan todos' del 2001, porque están los mismos y se multiplicaron".
