El gobierno de Javier Milei presentó este miércoles en la Cámara de Diputados el nuevo paquete fiscal, que lleva el nombre de "Ley de Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes". La iniciativa incluye un blanqueo de capitales y la restitución del Impuesto a las Ganancias, con un nuevo piso y una exención para los petroleros.
La Ley de Medidas Fiscales será tratada de manera simultánea con la reversionada Ley de Bases, que aún no fue ingresada. El oficialismo espera tener ambos proyectos aprobados para mediados de mayo.
Según el presidente Milei, la aprobación de los proyectos son condición necesaria es condición necesaria para la firma del Pacto de Mayo, es decir el encuentro con los mandatarios provinciales, que se realizaría en Córdoba, y que funcionaría como una muestra de la disposición al diálogo por parte de La Libertad Avanza.
El ambicioso cronograma de debates de La Libertad Avanza en el Congreso se da en medio de las negociaciones con los denominados bloques dialoguistas: el PRO, la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal.
El ministro del Interior, Guillermo Francos, encabezó un raid de encuentros con funcionarios de la oposición, con los que logró el respaldo de los gobernadores de Juntos por el Cambio.
Dado que los mandatarios locales tienen una influencia directa sobre una importante porción de legisladores, La Libertad Avanza se muestra confiada en aprobar tanto la nueva Ley Ómnibus como el paquete fiscal.
Con el objetivo de evitar un nuevo revés en el Congreso, el oficialismo también mantuvo distintas reuniones en Casa Rosada con bloques menores tal como Innovación Federal, que cuenta con 11 diputados.
A contrarreloj
La Libertad Avanza tiene poco más de un mes para lograr la sanción de ambos paquetes en los tiempos pretendidos. Parece un calendario demasiado apretado.
Si bien esta vez el Gobierno buscó tender puentes con legisladores y gobernadores a fin de evitar un nuevo revés en el Congreso, la extensión de los proyectos y la falta de jerarquización en los temas podrían trabar, otra vez, las discusiones.
La Ley de Bases II pasó de 664 a 279 artículos, y contiene una desregulación económica y administrativa, ajustes en el empleo público, y la eliminación de la moratoria previsional impuesta por el expresidente Alberto Fernández.
En tanto, Medidas Fiscales cuenta con 102 artículos e incluye, entre otros puntos, un amplio blanqueo de capitales y la propuesta de restituir la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias.
Los debates en torno a los asuntos que generan mayor polémica podrían retrasar el avance de reformas concretas y relevantes, tales como reformas en materia laboral o fiscal.
El Legislativo volvió al punto de inicio en el debate parlamentario, y antes del 25 del próximo mes deberá haber tenido éxito en las comisiones y en el recinto tanto de la Cámara de Diputados como en la de Senadores.
¿Modificaciones?
En medio de las negociaciones del oficialismo, los cuatro bloques de diputados dialoguistas, incluyendo al PRO, decidieron cerrar filas para ganar impulso en el planteo de modificaciones a los proyectos del Gobierno.
Si bien el oficialismo decidió dejar afuera la mayor cantidad de cuestiones que pudieran trabar la ley, para debatirlas en el futuro con otra composición legislativa, los gobernadores aún reclaman determinadas medidas que no están en el borrador de la Ley de Bases que circuló esta semana. Eso fue, en parte, lo que determinó la postergación del debate en el plenario de comisiones.
Los bloques dialoguistas reclamarán que se incorpore en la iniciativa la reforma laboral, la reintroducción de los artículos que garanticen el pago equitativo de impuestos al sector tabacalero, un esquema alternativo a la derogación de las moratorias previsionales, entre otros puntos.
Por su parte, los legisladores patagónicos plantearán sus objeciones al monto mínimo a partir del cual se gravarán los salarios con el impuesto a las Ganancias por considerar que un amplio abanico de trabajadores asalariados de aquella región quedaría comprendido por el tributo.
Estos bloques, si bien anticiparon que votarán en general la iniciativa, advierten que todavía persisten artículos sobre los que no están de acuerdo.
Esto parece anunciar el retraso de los debates, lo cual aprieta la agenda planificada por el Gobierno a poco más de un mes del Pacto de Mayo.
Apuesta por los gobernadores
Las reuniones de Francos dieron un especial protagonismo a los gobernadores. Esto le dio a los jefes locales un nuevo rol de negociación en una conversación que no se da en el ámbito Ejecutivo, sino en el Legislativo.
Una muestra de ello fue la reunión que mantuvo con el mandatario de Santiago del Estero, Gerardo Zamora.
Se trata de uno de los gobernadores cercanos al kirchnerismo con los que el Gobierno cree que tiene margen para negociar, pese a la negativa del mandatario provincial a acompañar las iniciativas del Ejecutivo nacional.
En ese marco, Zamora es uno de los actores claves de cara a la actividad en el Congreso. Es uno de los gobernadores que mayor influencia tiene sobre sus legisladores y, especialmente, sobre sus tres senadores. Entre ellos se encuentra su esposa, Claudia Ledesma Abdala de Zamora.
De ese modo, La Libertad Avanza busca apuntar a la influencia que tienen los mandatarios sobre sus diputados y senadores. Si bien están ligados de manera directa, la relación del gobernador con los legisladores no es determinante: los parlamentaristas responden a diversos partidos, que pueden tener una opinión adversa a la del Ejecutivo provincial.
Además, los acuerdos con las provincias no son homogéneos, es decir que mientras que cierta condición puede ser favorable para un distrito, también puede ser, al mismo tiempo, perjudicial para otro. Eso sucede, por ejemplo, con la restitución del Impuesto a las Ganancias.
