Tras la convocatoria del expresidente Mauricio Macri, los principales referentes del PRO se reunieron este martes en el hotel NH en medio de la interna por las candidaturas para las elecciones de 2023.
Además de Macri, participaron Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal, Diego Santilli, Cristian Ritondo, Federico Pinedo y Humberto Schiavoni.
Ritondo, presidente del bloque de la Cámara de Diputados, fue quien se encargó de dar declaraciones a la prensa al término de la reunión y afirmó: "Hoy nuestros candidatos a presidente son Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta".
Asimismo, no descartó la posibilidad de incorporar a Espert en las PASO de la provincia de Buenos Aires.
También, el PRO lanzó un comunicado expresando su preocupación por la situación económica del país y aseguraron haber establecido un mecanismo de coordinación entre los precandidatos que "evite tensiones innecesarias".
Pero como dijo Bullrich la semana pasada en una entrevista, al referirse al quiebre de su relación con Rodríguez Larreta, "al final hay uno que llega".
Al respecto, la politóloga Julieta Waisgold señaló que "dentro de Juntos, Bullrich está mejor posicionada que Rodríguez Larreta pero también es cierto que ella está en una coalición con sectores más moderados entonces la oposición, más allá de quien termine siendo el candidato, tiene que hacer un juego coalicional".
"Pienso que en este momento a Juntos no le conviene pensar en una separación, sino en un juego en el que haya, dentro de la derecha o centro derecha, posiciones más radicales y otras más moderadas", dijo.
¿Giro hacia la derecha?
"La oposición (Juntos y Milei) está jugando hace un tiempo con un discurso que va tendiendo cada vez más hacia la derecha ideológica y creo que la radicalización va a seguir siendo una constante hasta las elecciones que vienen, sin dudas", dijo Waisgold.
"Esto es, en parte, por condiciones estructurales y sociales y también porque hay una demanda social que no está siendo satisfecha. En ese sentido, el progresismo no está logrando reconducir todos los sectores sociales pero hay un cierto sector que votó en 2019 al Frente de Todos y que ahora se está reconduciendo hacia otro lado. Es el famoso tercio que siempre está en disputa y que no es tan ideológico", explicó.
"Sin embargo, por las mediciones que venimos haciendo con la encuestadora con la que trabajamos, esos marcos de discursos que parecen hoy tener un grado de aceptación más grande en la sociedad, cuando uno empieza a hilvanar e ir un poco más a fondo, no son tan así. Entonces, estos consensos sociales, aparentemente hacia la derecha, no van a ser tan sencillos de conducir, en el caso de que Juntos llegue al gobierno", agregó.
En relación a una posible alianza con Milei, el politólogo Julio Burdman dijo que "Bullrich no quería su exclusión ni la de los libertarios. Aunque también es partidaria de mantener a los radicales adentro. Pretende hacer un equilibrio, aunque sabe que no es fácil".
"En términos aritméticos de suma, a Bullrich le conviene aliarse con los libertarios pero la verdad es que las elecciones no se juegan en términos de suma o resta simplemente. Lo que realmente potencia al discurso de la exministra de Seguridad es el contraste con los sectores más moderados que hay dentro de la coalición. Creo que le conviene ser candidata coalicional y no ir por afuera", aseguró Waisgold.
"Puede darse la posibilidad que vayan Rodríguez Larreta y Bullrich juntos. De hecho, lo más probable es que termine habiendo una fórmula coalicional porque la fortaleza de Juntos es que haya diferentes posiciones coexistiendo", agregó la politóloga.
"Antes de definir los candidatos, Juntos tiene que resolver otra cuestión: si es una coalición de derecha o una de centro", consideró Burdman.
"Ese es el debate de fondo. Hay quienes creen que Juntos debe girar a la derecha, y hacer una nueva coalición que incluya a Milei, a Espert y a figuras neopolíticas. Otros apuestan por el formato más centrista de 2015 y a mantener la alianza con la UCR y Elisa Carrió. Eso implica descartar las alianzas con los nuevos partidos de derecha", detalló.
En este sentido, el politólogo dijo que el lugar de la UCR está por definirse.
"Los radicales, además de la candidatura en Caba, PBA y otras provincias, esta vez necesitan proteger al partido. Encontraron un límite: la posibilidad cierta de que la identidad radical se vea en conflicto por su permanencia en Juntos. Por eso, su rol depende de cómo evolucione la interna del PRO. Si se impone la visión partidaria de la alianza con Milei y el alineamiento con la derecha global, una parte importante de los radicales estaría dispuesta a abandonar la coalición", indicó.
"Una vez resuelta la cuestión principal, creo que Larreta y Bullrich se reunirán. No sucederá ahora, porque están envueltos en una pugna política. Pero ambos entienden que el PRO es uno solo", agregó.
Sin embargo, esta coexistencia de visiones, al igual que sucedió con el Frente de Todos, seguramente sea un problema en el caso que lleguen al gobierno.
Sobre este punto, Waisgold dijo que "Juntos no tiene mecanismos internos para resolver diferencias y en este momento está profundamente desordenado pero la diferencia con el Frente de Todos es que están menos expuestos, en los medios no se habla demasiado de esa interna".
Las estrategias
Respecto a las estrategias de Juntos para posicionarse en la presidencia frente al oficialismo, el politólogo Carlos Fara señaló: "Son muy claras. Bullrich está jugando al liderazgo fuerte para hacer un contraste contra un Larreta más moderado y por supuesto, se busca el desdibujamiento de la figura del Alberto Fernández".
"También están corriendo más por derecha pensando en el fenómeno Milei. Por su parte, Larreta está más mirando al electorado moderado de centro, que fue el que inclinó la balanza para Macri en el 2015 y para Alberto en el 2019. Es el electorado que generalmente tiene la llave de la elección y no se deja tentar por el fenómeno Milei", afirmó.
Por otro lado, Burdman indica que una vez que Juntos resuelva qué perfil tendrá en 2023, se enfrentará duramente al oficialismo.
"El discurso dominante será el antikirchnerismo, y buscará como elemento aglutinante el rechazo a Cristina Fernández de Kirchner", dijo el politólogo.
¿Qué es lo que se juega Juntos?
Fara sostuvo que Juntos se juega, además de la presidencia, la credibilidad de su gobernabilidad.
"Parte del problema es que fue un gobierno de un partido y quedó como una coalición electoral y parlamentaria. Desde ese punto de vista, cuando hubo problemas tuvo menos sustento. En ese sentido, me parece que, de la mano de la gobernabilidad, la cuestión es cómo quedan las Cámaras teniendo en cuenta que en el 2015 fue efectivamente el gobierno más débil en el parlamento desde 1983", aseveró.
"Si no ganan cierta acumulación parlamentaria va a volver a ser un gobierno con interrogantes respecto de la fuerza que tiene para llevar a cabo las reformas que dicen que quieren hacer", analizó.
Por su parte, Waisgold indicó que lo que se pone en juego Juntos es tanto la puja discursiva interna y la posición que va a ganar más espacio dentro del partido como también quien va a conducir uno de los 2 sectores los próximos años.
"De todos modos, creo que la arena política está muy movediza entonces ocurra lo que ocurra ninguna de las partes va a poder considerarse definitivamente victoriosa durante los próximos años", sostuvo.
