Reclamo

La peregrinación por San Cayetano contará con el apoyo de la CGT

Este miércoles se realizará una peregrinación de Liniers a Plaza de Mayo para "visibilizar la grave situación económica alimentaria, social y laboral".
La protesta de "Los Cayetanos" ya se realizó a los largo de ocho años en reclamo de "pan, paz, tierra, techo y trabajo".
06-08-2024
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A partir de las 8 de la mañana del miércoles 7 de agosto, los movimientos sociales agrupados en la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP),  junto con la CGT, la Central de Trabajadores de la Argentina, la CTA Autónoma y organismos de derechos humanos realizarán una protesta unificada. Se trata de la protesta que surgió en 2016, impulsada por el denominado grupo piquetero "Los Cayetanos" durante el gobierno de Mauricio Macri y que ya se realizó a los largo de ocho años en reclamo de "pan, paz, tierra, techo y trabajo".

Alejandro "Peluca" Gramajo, secretario general de la UTEP, acompañado por los triunviros cegetistas, prometió que la peregrinación se realizará "sin cortes de calles" para respetar el protocolo antipiquetes del Ministerio de Seguridad de la Nación. Partirán del santuario de Liniers hasta Plaza de Mayo

La participación de organizaciones sociales y gremios en la movilización del miércoles será para "visibilizar la grave situación económica alimentaria, social y laboral". 

Para despegarse de cualquier intento de politización de la peregrinación religiosa, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, aclaró que el patrono del pan y del trabajo "no es un santo de un partido político o de un sector social, sino de todos".

"Grave situación"

Este domingo, el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) ratificó que el 55% de la población argentina se encuentra bajo la línea de pobreza y uno de cada cinco argentinos es indigente. Esos datos también formarán parte de los cuestionamientos a la gestión libertaria.

Además, un nuevo informe de la Fundación Pensar, liderada por la diputada María Eugenia Vidal (PRO), hizo advertencias sobre variables como el consumo, el empleo y la pobreza. El documento, titulado "El día después de mañana", destacó la baja de la inflación en los siete meses de gestión del gobierno de Milei, así como los superávits primario y financiero.

Pero también señala que entre enero y mayo el empleo cayó un 2,2%, y que entre enero y abril se cerraron 330.000 cuentas sueldo, según datos del Banco Central.

Entre las señales de alarma, en el informe, se menciona que "a pesar de haber pausado su tendencia la inflación en junio fue menor a todos los registros mensuales de 2023″ y que "la canasta básica alimentaria registró en junio la menor suba mensual desde agosto 2021″. 

Asimismo, subraya que los salarios cayeron 2,1% en el período entre enero y mayo: "Los ingresos aún no logran recomponer la pérdida acumulada en los últimos 12 meses. La mitad de los argentinos afirma no llegar a fin de mes y tres de cada diez experimentaron una caída de sus ingresos en el último mes".

La posición de la CGT

En su última reunión de Comisión Directiva, la CGT decidió rechazar su participación en una mesa de negociación con el Gobierno y empresarios.

"No estamos dispuestos a sentarnos en una mesa de negociación y conversación tripartita", dijo Héctor Daer. Y agregó: "La CGT no va a ir a esa discusión, porque lo que queremos discutir es cómo generamos empleo, discutimos el salario y generamos trabajo digno y desarrollo del país".

Días después, en una entrevista radial, Daer confirmó que la participación de la CGT en la peregrinación por San Cayetano "va a ser más pequeña, para no caer en provocaciones" y que "la idea es acompañar" la movilización religiosa. 

La respuesta del Gobierno

El vocero presidencial, Manuel Adorni, criticó la participación de la CGT y los movimientos sociales en la peregrinación del miércoles: "Hace años que no necesitan pedirle a San Cayetano", dijo. 

"Es una cuestión de fe y todos los que participamos de algún tipo de peregrinación entendemos que debe limitarse a una cuestión estrictamente de fe, religiosa, y que no se tiene que entremezclar la política", subrayó. 

Y consideró que "algunos dirigentes sindicales, que tienen un rechazo récord en la historia, que la sociedad no los quiere, están probando nuevos métodos para lograr un poco de aceptación".

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