“Es lamentable que Argentina no haya apoyado una resolución de la OEA contra la represión en Nicaragua. Durante su historia democrática, Argentina normalmente ha tenido una posición clara de defensa a los DDHH. La política exterior zigzagueante del actual Gobierno es preocupante”, dijo ayer José Miguel Vivanco, Director Ejecutivo de la División América de Human Rights Watch, tras otro traspié de Argentina en la OEA.
Si bien varios países se abstuvieron, Vivanco centró sus críticas en Argentina.
El organismo publicó, días atrás, un duro diagnóstico de la situación en Nicaragua y las “acusaciones fabricadas contra críticos”. Además de eso, los presos políticos sufren “condiciones de detención abusivas, violaciones al debido proceso y procesamientos arbitrarios”.
Según Human Rights Watch, “nueva evidencia revela que decenas de críticos que el Gobierno de Nicaragua ha detenido arbitrariamente durante meses, la mayoría de ellos por 'traición a la patria', a menudo son sometidos a agotadores interrogatorios y se encuentran incomunicados y en condiciones abusivas de detención, incluyendo aislamiento prolongado y alimentación insuficiente”.
Según Vivanco, la velocidad con la cual el Gobierno de Daniel Ortega ha llevado a cabo esta ola de detenciones (serían cerca de 40 personas) antes de las elecciones presidenciales de noviembre “revela que Ortega no tiene la más mínima intención de perder los próximos comicios”.
