La carrera electoral ya empezó y los movimientos en Juntos por el Cambio y el PRO se multiplican pensando en los armados para el 2023. Es por ello que el extitular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, mueve sus alfiles y piensa en una construcción lo más amplia posible, que permita dejar definitivamente atrás a Mauricio Macri y a Cristina Kirchner.
En ese contexto, Sebastián García de Luca, Marcelo Daletto y Nicolás Massot, tres hombres de máxima confianza y del riñón político de Monzó, se han acoplado en las últimas semanas al armado electoral de la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, quien muy probablemente tenga como principal rival interno a Horacio Rodríguez Larreta, si bien nadie sabe aún que papel que jugará Macri.
Pese al perfil dialoguista de Monzó, (el cual contrasta con las duras críticas de Bullrich al Gobierno), en el entorno del hombre de Carlos Tejedor aseguran que están cómodos trabajando con la exministra de Seguridad, y agregan que a lo largo de los años no han sido pocos los cortocircuitos en el territorio bonaerense con los liderados por el jefe de Gobierno.
“Larreta quiere los consensos después de ganar. Nosotros los queremos antes”, describió una voz monzonista ante El Economista, en relación al “70%” de apoyos que dice el jefe de Gobierno requerir para encarar transformaciones estructurales, y al mismo tiempo trazando una comparación con el carácter “movimientístico” de la construcción de Bullrich.
Según pudo averiguar este diario, García de Luca está abocado a la mesa nacional aprovechando la relación que generó con muchos actores en distintos rincones del país, cuando cumplía el rol como secretario de Obras Públicas, en el ministerio del Interior que conducía Rogelio Frigerio.
En tanto, Daletto trabaja en la mesa provincial. Es senador bonaerense por la cuarta sección electoral y fue de principales impulsores de la lista de Facundo Manes el año pasado que en las PASO, se impuso con claridad en la sección holgadamente a la de Diego Santilli. Respecto al armado provincial esperan poder conformar una buena estructura de fiscalización en los 135 municipios, y tener presencia con candidaturas a intendentes. La boleta por la gobernación se relativiza en una elección presidencial.
Por su parte Massot tiene funciones en la mesa estratégica y tiene un rol de asesor, además de jugar en la primera sección electoral, en donde buscará disputar el distrito de Tigre, donde primeramente deberá superar la interna contra Segundo Cernadas, que juega con el apoyo de María Eugenia Vidal, y hasta del propio jefe de Gobierno.
Mientras los alfiles monzonistas se abocan a consolidar el armado de Bullrich, Monzó trabaja hoy sobre tres ejes: por un lado construye en el PRO, donde se bien pone sus fichas en la titular del partido amarillo, no desestima a Larreta con quien tuvo recientemente unos cortocircuitos (Massot se vio obligado a renunciar como director del Banco Ciudad por alinearse con Bullrich).
Por otro lado busca ampliar alianzas con el radicalismo, hoy está invitado a una actividad junto al titular de la UCR, Gerardo Morales, en Esteban Echeverría, organizada por el diputado provincial Pablo Domenichini a la que confirmó sus asistencia Martín Tetaz.
El tercer eje es el peronismo federal, en el que también se incluyen actores progresistas. En esa lista hay que anotar al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, Florencio Randazzo, Graciela Camaño, y también Margarita Stolbizer (con quien ya comparte bancada en Diputados) y el intendente de Rosario, Pablo Javkin.
