La disputa entre el Gobierno nacional y la provincia de Chubut por fondos retenidos de la coparticipación escaló este fin de semana.
Desde Estados Unidos, el presidente, Javier Milei, volvió a arremeter contra el gobernador Ignacio "Nacho" Torres, al que llamó "un pobre chico que no está en condiciones de leer un contrato".
El gobernador chubutense demandó al Estado nacional por una "retención ilegal" de más de $13.000 millones por los fondos de la Coparticipación. En ese conflicto intervendrá la Corte Suprema de Justicia, dado que tiene la competencia originaria en los casos en que un Estado demanda a otro.
La tensión con el Presidente aumenta tras la advertencia de que si no alcanzan un acuerdo, el miércoles dejarán de enviar gas y petróleo.
En tanto, este lunes el vocero presidencial, Manuel Adorni, calificó a la advertencia de Torres como una "extorsión".
"Amenazar con cortar el combustible es una extorsión hacia los argentinos. Es una medida extraña", manifestó Adorni en su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada.
Además, dijo que si Chubut lleva a cabo la interrupción del suministro representará "un ataque" a todo el país. "Cortar la provisión de combustible no es un ataque al Gobierno nacional sino a los argentinos. Es evidente que no está bien asesorado", criticó.
Imágenes políticas
La situación de conflictividad es utilizada por los mandatarios para construir una imagen de fortaleza durante el primer tramo de sus gobiernos.
En el caso de Milei, la disputa con Chubut consolida el mensaje de que "no hay plata" en el Gobierno, y que el equilibrio fiscal es una meta innegociable, para la que es necesario aplicar un fuerte ajuste en todo el país.
Por el otro lado, Torres busca convertirse un abanderado de la defensa de los intereses locales. Con su actuación, no solo marca su presencia en el tablero político, sino que además se posiciona como un gobernador que protege a su provincia, incluso enfrentándose a la Nación de ser necesario. La situación afectará a las prestaciones sociales que están en manos de las provincias y los gobiernos locales se posicionan para adjudicarle a la Nación la responsabilidad de su eventual deterioro.
Así, la sobreactuación de ambos líderes impide que el conflicto reduzca su temperatura. A cargo de ello estará la Corte Suprema, que deberá definir si la provincia tiene razón o no en su reclamo.
De esa manera, se enfatiza la judicialización de la política, que había dado su primer paso cuando la Justicia suspendió el capítulo laboral del Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023, a pedido de la CGT.
La ramificación del conflicto
La batalla entre Chubut y la Nación se expandió, además, a otras ramas de la política.
En primer lugar, llegó al Congreso, donde los senadores de los bloques provinciales le enviaron una carta a la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, para que convoque una sesión especial para tratar el DNU de Milei.
Y la discusión también llegó al corazón del PRO, dado que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, emitió hoy un comunicado para manifestar su apoyo al Presidente en su pelea con los gobernadores. Curiosamente, una de las caras más visibles de los reclamos provinciales es un gobernador del PRO al que reivindicaban todos los sectores del partido.
En tanto, el expresidente Mauricio Macri se mantiene públicamente en silencio; y el exprecandidato, Horacio Rodríguez Larreta, decidió no formar parte de la conducción del PRO ni tampoco habrá un representante suyo cuando se presenten las listas para renovar autoridades, el 19 de marzo.
