En pleno debate en un plenario de comisiones en la Cámara de Diputados, la UCR se volvió un partido decisivo para permitir el avance de la Ley Ómnibus. El bloque radical cuenta con 32 legisladores y puede tener la llave para aprobar o bloquear la normativa del Poder Ejecutivo. Pero en el partido hay miradas contrapuestas y persisten las discusiones sobre la actitud que deben adoptar con respecto al gobierno libertario.
Por un lado, el ala alineada con Facundo Manes tiene una postura muy crítica respecto al presidente Javier Milei; y señala que el sector de Rodrigo De Loredo (quien conduce el bloque en la Cámara Baja) tiene una actitud "algo concesiva" con el oficialismo.
Si bien el cordobés salió al cruce del Jefe de Estado por las redes sociales, el neurólogo exige adoptar una posición más dura en las negociaciones parlamentarias con la Casa Rosada.
En ese marco, el presidente del Comité nacional de la UCR y senador nacional, Martín Lousteau, convocó varias reuniones con los referentes legislativos y partidarios durante esta semana. El objetivo fue buscar puntos en común y ordenar la estrategia que ejecutará el partido en el Congreso en el tratamiento de la Ley Ómnibus y, luego, del mega DNU.
Este miércoles, en una entrevista con radio Mitre, Lousteau aseguró que el radicalismo no acompañará la reforma en la movilidad jubilatoria que impulsa Milei y propuso redactar "un artículo que sea claro que no va a haber pérdida de poder adquisitivo".
"Los jubilados han perdido poder adquisitivo y estamos en un proceso inflacionario que al Presidente le parece que es un éxito 25% en un mes, pero la verdad que es una pérdida de poder adquisitivo intolerable", cuestionó el radical.
La "desorganización interna" del partido
Por su parte, el histórico dirigente radical Juan Manuel Casella aseguró este miércoles por AM750 que la UCR sigue en medio de los "coletazos de una crisis importante" de la que no logra recuperarse. Por eso, consideró que Lousteau, debe convocar de manera urgente al Comité nacional y fue muy crítico con el rol que tomó estos últimos días De Loredo.
En un principio, Casella dijo que la UCR no está actuando como debería hacerlo desde el punto de vista institucional. En ese sentido, recordó que el partido tiene dos cuerpos fundamentales. El primero de ellos es la convención nacional, mientras que el segundo es el comité nacional. Por este motivo, los bloques legislativos deben ejecutar en el parlamento las disposiciones de estas organizaciones.
De esta forma, el radical indicó: "En estos momentos, eso no funciona así. Hay una desorganización interna. De ahí las contradicciones. Y el radicalismo debe recuperar el funcionamiento institucional. El presidente del comité nacional debe ejercer ese cargo con toda intensidad y la convención nacional debe reunirse rápidamente para fijar la estrategia. A partir de ahí abrir una línea de acción política que los diputados deberán aceptar".
Por otro lado, en el marco de la posición de la UCR respecto a la Ley Ómnibus y el DNU, Casella apuntó contra el presidente del bloque de Diputados, y remarcó que él no define para qué lado vota el radicalismo. "No me conforma el rol de Rodrigo de Loredo. Creo que, con toda voluntad, está ocupando un espacio que no le corresponde", sostuvo.
"El presidente del bloque marca la política legislativa, pero con la estrategia de la UCR. De Loredo avanza más allá de lo que debería", añadió. En esa misma línea también aprovechó para apuntar contra el presidente del partido. "Martín Lousteau debe convocar a la Convención. Creo que debería hacerlo con urgencia. El funcionamiento partidario debe ser conducido por el Comité Nacional. Es el poder ejecutivo de la UCR. La ausencia de Lousteau es una ausencia costosa".
