Un día después del rechazo al DNU en el Senado de la Nación, el Gobierno recibió esta mañana a un grupo de diputados del PRO encabezados por Cristian Ritondo, jefe de la bancada clave entre los aliados legislativos del oficialismo.
El partido amarillo ratificó su apoyo a La Libertad Avanza, pero hizo algunos señalamientos sobre las excepciones eliminadas del impuesto a las Ganancias y sobre la demora para actualizar la fórmula previsional.
Entre los referentes de la bancada del PRO estuvieron Silvina Giudici, Silvia Lospenatto, Damián Arabia, Luciano Laspina, José Núñez y Diego Santilli. En el Salón de los Escudos los recibió el ministro del Interior, Guillermo Francos; y su segundo en el mando, Lisandro Catalán. También se sumó el asesor presidencial, Santiago Caputo.
Por la tarde, hizo lo propio el presidente del bloque radical, el aliado Rodrigo De Loredo, que junto al gobernador mendocino Alfredo Cornejo están enfrentados al senador Martín Lousteau y la rama de correligionarios que ayer votaron en contra del DNU y quedaron en la mira del Gobierno.
En lo sucesivo, aunque aún no hay fecha, continuarán las conversaciones que ya están en marcha con el jefe de Hacemos Coalición Federal, Miguel Ángel Pichetto, que completa el esquema de eventuales apoyos del oficialismo. El bloque de los 23 es fundamental en el poroteo de voluntades.
La dinámica del Congreso
El ingreso del DNU a la Cámara de Diputados definirá el futuro de la medida de Javier Milei, pero también la dinámica del debate pondrá en evidencia los posicionamientos de cada bloque y, específicamente, de cada legislador.
Los sectores dialoguistas mostraron dificultades a la hora de encontrar una actitud unánime frente a las propuestas de Milei.
En el radicalismo se distinguen quienes se muestran cada vez más favorables al Gobierno, encolumnados tras el jefe del bloque, Rodrigo de Loredo; y los que se mantienen como opositores, tales como Facundo Manes y Pablo Juliano.
Otro caso es el del bloque Hacemos Coalición Federal, que no solo es variopinto en cuanto a sus miembros, sino que también mostraron la influencia que los gobernadores tienen en sus legisladores.
A fin de mantener en pie el Pacto de Mayo y dar guiños al Gobierno, algunos diputados colaboraron con la caída de la sesión del pasado miércoles, cuando se iba a tratar una nueva fórmula jubilatoria propuesta por la Coalición Cívica. Fueron los diputados que representan al cordobés Martín Llaryora y al entrerriano Rogelio Frigerio los que no bajaron al recinto.
Si el oficialismo logra repetir la dinámica que se vio en aquella fallida sesión, entonces podría aprobar el DNU y permitir su vigencia.
Sin embargo, La Libertad Avanza ya sufrió un revés en Diputados con la caída de la Ley Ómnibus, por lo que el escenario representa un riesgo para Milei.
Estrategia libertaria
El consultor político Carlos Fara planteó que el problema del Gobierno es que "se empecinó en no tener una ley espejo que pueda transformar el DNU en ley, de manera de sacarle del medio la discusión legal".
Por su lado, Julio Burdman, analista político y director del Observatorio Electoral Consultores y Roger Data, marcó que "un pilar de Javier Milei es su enfrentamiento a la política y en ese marco él no quiere negociar los apoyos legislativos, él quiere que los apoyos se den como un triunfo para él". Y agregó: "Por lo tanto, desde la perspectiva de la estrategia política del Gobierno, lo que pasó ayer con el DNU no es tan problemático".
Además, planteó que una alternativa a la situación es que se envíe un nuevo decreto, o su descomposición en más de uno. "O tal vez se está apostando a que en Diputados logre la mayoría: no que no se trate ni que se rechace, que se apruebe", sentenció.
