Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta están decididos a disputar la candidatura presidencial de Juntos por el Cambio y lo harían aún si Mauricio Macri decidiese competir aunque consideran que no sería conveniente para las posibilidades electorales de la oposición que el expresidente intente salir a jugar el segundo tiempo.
Consideran, que más allá del apoyo que mantiene Macri entre los sectores duros del PRO, su elevado porcentaje de rechazo en varios sectores de la sociedad sería una valla para lograr un triunfo electoral.
También le adjudican al expresidente poca predisposición para lograr acuerdo con estos partidos para poner en marcha un gobierno de coalición en caso de ganar las elecciones como ya ocurrió durante su gobierno.
Y un tercer argumento es que por haber gobernado, y hace poco tiempo, la sociedad le tendría menos paciencia a Macri que a cualquier otro presidente nuevo y por lo tanto no tendría el compás de espera y tolerancia social del que suelen beneficiarse los presidentes en los primeros meses de su gestión.
Allí terminan las coincidencias entre Bullrich y Rodríguez Larreta porque tienen visiones muy diferentes sobre la estrategia electoral de la oposición. La exministra cree que aporta decisión y convicción para encarar las reformas necesarias y que los electores reclamarán ese perfil en 2023. Además, considera que los acuerdos con otros sectores, en particular del peronismo tradicional, pueden llevar a hacer concesiones que frenen los cambios. Esa línea de pensamiento es la misma que la de Macri. Por su parte, el jefe de Gobierno considera que la demanda social será por candidatos que dialoguen y busquen acuerdos porque si bien se pueden ganar elecciones con el 50% de los votos, para gobernar con éxito se necesita el apoyo del 70% de la sociedad.
A su vez, Bullrich manifiesta su intención de llevar a un radical como compañero de fórmula en tanto que Rodríguez Larreta sin negar esa posibilidad también piensa en algún peronista de peso del interior del país como candidato a vice.
