En un contexto de creciente tensión política, el Consejo Federal de Inversiones (CFI) se convirtió en el escenario de un importante encuentro entre gobernadores y funcionarios de todas las provincias. La figura del gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, se destacó por sus críticas hacia la gestión de Javier Milei.
Durante su intervención, Kicillof no escatimó en palabras al advertir sobre los peligros que, a su juicio, conlleva el repliegue del gobierno nacional, al que describió como un "riesgo de disolución nacional".
"La ausencia del gobierno nacional es ruidosa. Su silencio mete un ruido atronador", dijo Kicillof, enfatizando la necesidad de que el Gobierno central esté presente y activo en la vida política y económica del país. "No hay libertad para las provincias en este vacío de poder. No nos vamos a someter a este programa de disolución nacional", continuó en un clima de creciente preocupación de los gobernadores por la falta de apoyo federal.
El marco del evento fue la Cumbre Federal de Logística, celebrando el 65° aniversario del CFI, donde Kicillof destacó la importancia de la cooperación entre provincias en tiempos de incertidumbre. "En este contexto, estamos profundizando la colaboración bilateral y regional, porque en un país federal, nadie se salva solo", afirmó, sugiriendo que la solución a los problemas logísticos y de desarrollo debe surgir de un esfuerzo conjunto.
Uno de los proyectos más ambiciosos que Kicillof presentó fue el Canal Magdalena, una obra que promete unir las vías fluviales de Argentina con el litoral marítimo. "Este proyecto requiere una mirada federal, ya que no solo dotará al país de más soberanía, sino que potenciará las capacidades de todas las provincias", añadió, subrayando la importancia estratégica de la obra para el futuro del país.
Oposición con poder
Se trata de otra manera de Kicillof de mostrarse como el interlocutor más válido del peronismo frente al gobierno de Milei, y lo hace desde una posición de peso y poder institucional. Esto se debe a que la provincia de Buenos Aires será el gran bastión de Unión por la Patria hasta las próximas elecciones. Tucumán fue la segunda provincia por el tamaño de su población que ganó el peronismo, pero su gobernador está ahora muy cerca del Gobierno nacional.
En ese marco, Kicillof se vuelve el eje de la reconstrucción del peronismo como resistencia a La Libertad Avanza, dado que está a cargo de la provincia más populosa del país, que presentó un ajustado rechazo a Milei en el balotaje de noviembre.
El gobernador debe contraponerse ideológicamente al Presidente, pero también presentar una línea estratégica que le permita consolidar al justicialismo como la oposición más firme, aprovechando así la situación de quiebre de Juntos por el Cambio y el acercamiento del PRO al Gobierno.
